Un juez en Sicilia condenó al capitán y un tripulante del barco que naufragó en abril de 2015 en la costa de Libia y dejó 700 muertos, en uno de los peores desastres de migrantes en el Mediterráneo.
El capitán tunecino Mohammad Ali Malek fue condenado a 18 años de prisión y tendrá que pagar una multa de 9 millones de euros. Fue hallado culpable de varios cargos de homicidio. A la vez, el tripulante sirio Mahmud Bikhit fue condenado a cinco años de prisión y tiene que pagar una multa de nueve millones de euros por facilitar la inmigración ilegal.
Los fiscales acusaron a Malek de estrellar por accidente el sobrecargado barco pesquero contra un barco carguero que había acudido a rescatarlo el 18 de abril de 2015. El barco volcó cuando los migrantes se apiñaron en un lado, tratando de salir. Solo 28 personas sobrevivieron.
Este año, la marina italiana recogió los restos, los llevó a tierra y sacó unos 700 cadáveres, muchos de los cuales estaban atrapados en el casco. Desde entonces, patólogos forenses han estado trabajando para identificar a las víctimas y entregar los restos a sus familiares. AP