Más de ciento sesenta hombres y mujeres se resuelven la vida sacabdo guacucos en las playas de Higuerote. La mayoría son personas sin empleo, pescadores que turnan su tiempo en la mar y en la orilla, otros lo hacen para obtener dinero y seguir simplemente en su parrandita.
Estos trabajadores hacen un trabajo que necesita mucha fuerza. Hombres y mujeres por igual le echan pichón al trabajo sin miedo, así obtienen dinero de una nueva fuente de trabajo.
Sin embargo, este trabajo novedoso del que viven , vienen deteriorando la orilla de las playas de Higuerote afeando la vista y a veces mostrando un panorama no muy turístico.
Por ejemplo hay un grupo de ocho hombres que el lugar más adecuado que encontraron para hacer su trabajo, fue la playa del centro turístico, prácticamente encima de los turistas que disfrutan cualquier día de esa playa tan especial. El humo que emana la leña que deben prender para sancochar los moluscos perturba tanto a propios como visitantes que usan esas instalaciones para su disfrute.
Al parecer no existe ningún ente que se encargue de supervisarlos, atenderlos, oriéntalos y hasta recordarles guacuqueros, que hay deberes y hay derechos que cumplir como ciudadanos. Mientras tanto las hermosas y ricas playas barloventeño van tomando un aspecto desagradable y deteriorando cada día mas.
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