Rusia tomará después del 20 de enero los próximos pasos para el restablecimiento de las relaciones ruso-estadounidenses, dijo el Kremlin
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, hizo este viernes lo impensable, rechazó el guante arrojado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y se abstuvo de responder con contramedidas a las sanciones adoptadas el jueves por la Casa Blanca por la supuesta injerencia rusa en las elecciones presidenciales de noviembre pasado en EEUU.
«No le vamos a crear problemas a los diplomáticos estadounidenses. No expulsaremos a nadie. No prohibiremos ni a sus familias, ni a sus hijos disfrutar de sus lugares habituales de descanso en las fiestas navideñas», aseguró Putin en una declaración difundida por el Kremlin, destacó Efe.
En vez de recoger el guante y aceptar el duelo que le propuso anoche Obama, al expulsar a 35 funcionarios rusos, Putin puso la otra mejilla y optó por invitar a los hijos de los diplomáticos norteamericanos a la tradicional fiesta de Año Nuevo en el Kremlin.
«Reservándonos el derecho a medidas de respuesta, no nos rebajaremos al nivel de una diplomacia irresponsable y de ‘andar por casa'», dijo el Presidente ruso, cuando todos esperaban una andanada de contramedidas «recíprocas», como adelantó anoche el propio Kremlin.
Putin destacó que, «teniendo en cuenta la práctica internacional, la parte rusa tiene todos los motivos para adoptar una respuesta adecuada».
Pero a renglón seguido aseguró que «los próximos pasos para el restablecimiento de las relaciones ruso-estadounidenses los tomaremos partiendo de las políticas que proponga la Administración del presidente Donald Trump», que toma posesión el próximo 20 de enero.
En un gesto diplomático sin precedentes, el jefe del Kremlin ha dejado en evidencia a Obama, quien antes de anunciar el nuevo paquete de sanciones contra Rusia, admitió que su presunta injerencia no había influido en los resultados electorales.
Putin ha negado en numerosas ocasiones en los últimos meses que el Kremlin esté detrás de los ataques cibernéticos perpetrados contra Estados Unidos durante la campaña electoral, afirmaciones que han sido repetidamente secundadas por Trump.
«¿Acaso Estados Unidos es una república bananera? EEUU es una gran potencia ¿Cómo puede Rusia influir en la elección del pueblo estadounidense?», se preguntó Putin en una ocasión.
Y acusó a la candidata demócrata, Hillary Rodham Clinton, de intentar «desviar la atención» sobre el contenido de los mensajes divulgados por WikiLeaks con cortinas de humo como los supuestos ciberataques rusos.
Putin tachó este viernes las sanciones de la Administración saliente de pasos «inamistosos» y «provocadores» encaminados a dañar «aún más» los lazos bilaterales, lo que se contradice con los intereses de ambos pueblos y perjudica al sistema de relaciones internacionales.
Lamentó que la Administración de Barack Obama termine su segundo mandato de esa forma, pero, con todo, le deseó al presidente saliente y a su familia unas felices fiestas.
«Felicito también las fiestas al presidente electo Donald Trump y a todo el pueblo norteamericano. ¡Le deseo bienestar y prosperidad!», sentenció en su declaración.
Putin destacó que, «teniendo en cuenta la práctica internacional, la parte rusa tiene todos los motivos para adoptar una respuesta adecuada».
Pero a renglón seguido aseguró que «los próximos pasos para el restablecimiento de las relaciones ruso-estadounidenses los tomaremos partiendo de las políticas que proponga la Administración del presidente Donald Trump», que toma posesión el próximo 20 de enero.
En un gesto diplomático sin precedentes, el jefe del Kremlin ha dejado en evidencia a Obama, quien antes de anunciar el nuevo paquete de sanciones contra Rusia, admitió que su presunta injerencia no había influido en los resultados electorales.
EFE