La obesidad se caracteriza por la acumulación de grasa en el cuerpo. Se diferencia del sobrepeso, que significa pesar más de lo recomendado.
Ambos términos significan que el peso de una persona está por encima de lo que se considera saludable según su estatura.
Los niños crecen a distintas velocidades, por lo que no siempre es fácil saber cuándo un niño está obeso o tiene sobrepeso.
Pídale a su proveedor de atención médica que examine si el peso y la estatura de su hijo se encuentran dentro de lo que se considera saludable.
Si es necesario comenzar un programa para bajar de peso, involucre a toda la familia para que su hijo no se sienta solo. Fomente una alimentación saludable al:
• Servir más frutas y vegetales
• Comprar menos gaseosas y meriendas altas en calorías y grasas
• Asegurarse que su hijo tome su desayuno todos los días
• No comer comida basura en forma frecuente
• No usar la comida como un premio
La actividad física también es muy importante. Los niños necesitan unos 60 minutos diarios de actividad física, aunque no todos de una vez.
Esta puede dividirse en períodos cortos y ser igual de productiva.
Muchos niños pasan menos tiempo que antes haciendo ejercicio y más tiempo frente al televisor, el ordenador o la videoconsola.
Y las ajetreadas familias de hoy en día tienen menos tiempo libre para preparar comidas saludables, nutritivas y caseras.
De la comida rápida a la electrónica, lo rápido y lo fácil parecen haberse impuesto en la mentalidad de muchas personas en este nuevo milenio.
Para prevenir el sobrepeso en su hijo, deberá adaptar la forma en que usted y su familia se alimentan y hacen ejercicio, así como la forma en que pasan el tiempo cuando están juntos. Para ayudar a un niño a llevar un estilo de vida saludable, sus padres deben empezar por darle un buen ejemplo.
¿Tiene su hijo sobrepeso?
El IMC (índice de masa corporal) utiliza las medidas de estatura y peso para estimar cuánta grasa corporal tiene una persona.
Para calcular el IMC de su hijo, divida su peso (en kilogramos) entre el cuadrado de su estatura (en metros), es decir, peso/estatura2.
Si desea hacer el cálculo con libras y pulgadas, divida el peso entre el cuadrado de la estatura y multiplique el resultado por el factor de conversión de 703.
Una forma más fácil de obtener el IMC de su hijo es utilizar una calculadora de IMC. Una vez haya determinado el IMC de su hijo, puede representarlo en una gráfica estándar de IMC. Su hijo pertenecerá a una de las siguientes cuatro categorías:
1. Peso por debajo de lo normal: IMC inferior al centil 5.
2. Peso normal: IMC entre los centiles 5 y 85.
3. Sobrepeso: IMC entre los centiles 85 y 95.
4. Obesidad: IMC superior al centil 95.
El IMC no es una medida perfecta de la grasa corporal y hay situaciones en que puede llevar a confusión. Por ejemplo, una persona con la musculatura muy desarrollada puede tener un IMC alto sin tener sobrepeso (porque el desarrollo muscular aumenta el peso corporal de una persona sin aumentar su cantidad de grasa).
Además, el IMC puede ser difícil de interpretar durante la pubertad, cuando se experimentan períodos de crecimiento rápido o “estirones”.
Es importante recordar que el IMC suele ser un buen indicador, pero no es una medida directa, de la grasa corporal.
Si a usted le preocupa que su hijo pueda tener sobrepeso, llévelo al pediatra.
Si su hijo tiene sobrepeso, probablemente el pediatra le formulará algunas preguntas sobre sus hábitos alimentarios y de actividad física y le hará diversas recomendaciones para que introduzca cambios positivos en su estilo de vida.
También es posible que el pediatra le haga un estudio a fondo para descartar problemas de salud que puedan estar relacionados con la obesidad.
Dependiendo del IMC, la edad y el estado de salud de su hijo, es posible que el pediatra les remita a un nutricionista titulado que les orientará sobre los cambios que se deberían introducir en la dieta del niño. Algunos niños con sobrepeso u obesidad necesitan participar en programas globales de control de peso.