QUÉ TAL CONTERTULIO. Deseo que este nuevo año esté lleno de esperanzas. Decir ¡Feliz Año! Sería el optimismo como enfermedad en estado terminal; pero, como se dice, mientras haya vida habrá esperanza y en ese orden esperamos que esta pesadilla que estamos viviendo se acabe relativamente pronto y que para el próximo año 2018 el gobierno chavomadurista sea un mal recuerdo.
Llegó el 2016 a su final y entramos en el 2017 y los presos políticos siguen presos en condiciones infrahumanas. En sus memorias, cuenta Américo Martín, que la Seguridad Nacional, policía represiva del perezjimenismo, permitía a los presos la lectura, la entrada de libros a las cárceles.
Hago referencia a esto porque hasta donde sabemos a Leopoldo López, el preso emblemático del madurismo, no tiene ni siquiera esa pequeña “libertad”, la de leer; los libros que le llevan su esposa familiares y amigos los rompen los verdugos del régimen. Tenemos esperanza de que este año salgamos de esto por vía pacífica y electoral.
Se ve difícil la salida por cuanto esta chorocracia no va a salir o entregar por las buenas. Pero es que el pueblo lleva demasiando tiempo pasando las de San Quintín.
Como se diría coloquialmente en nuestro país: llevamos “burda” de tiempo pelando bolas; arrastrando esta cadena tan fuerte. El pueblo no soporta más la excusa de que la culpa de todo los males la tiene la derecha fascista, la guerra económica, las Empresas Polar y Ramos Allup.
Como cantaría la vieja y famosa guaracha de Billo: Ese disco se rayó… La verdad honda es que el gobierno tiene la culpa de todos estos males que nos acogotan y tenemos que hacerle entender a la gente humilde y a los débil de mollera que no crean en las “verdades” superficiales del aparato de información goebbelsliano del madurismo, sino que analicen la realidad que están viviendo.
*** LA FALTA DE GOBIERNO, o dicho con conmiseración o eufemismo: la falta de planificación del gobierno a todas luces parece una locura; o mejor dicho aún, no parece, lo es. La mamadera de gallo con el billete de a 100 bolívares, es la burla, la afrenta más grande que ha recibido el pueblo venezolano de un gobierno.
Primero dio una fecha límite para que la gente depositara los marrones en los bancos, luego en los cajeros y les daban los mismos billetes; luego dio otra, el 2 de enero del próximo año.
Personalmente pensaba el caos que se iba a armar el día lunes 2 con la cantidad de personas en las entidades bancarias depositando los billetes. Mucha gente estaría aún borracha, o al menos enratonada por la parranda del recibimiento del nuevo año y si a alguien se le ocurría encender un fósforo o yesquero podría haber una explosión causada por los vapores etílicos.
Menos mal que Maduro tuvo un momento de lucidez -que son pocos- y alargó la recogida de los billetes de marras hasta el 20 de este mes.
*** LA DIPUTADA DELSA SOLÓRZANO sacó a flote un descubrimiento que hizo: El número de cédula en el Carnet de la Patria de Nicolás Maduro, no coincide con el número de cédula que aparece en el Registro Electoral, en el primero el número es 5.812.144 y en el segundo es 5.892.464. Hasta en eso son, siguiendo el lenguaje coloquial: burda de chimbos.
*** UNA COSTUMBRE O TRADICIÓN ha echado de menos la teleaudiencia venezolana, los mensajes, o saludos navideños de los canales de televisión, sobre todo los privados.
En años pasados la gente hacía comparaciones entre los dos canales de más audiencia en el país: RCTV y Venevisión. Hasta la Luna Decembrina o “Dicembrina”, como dice la letra, de Otilio Galíndez se nos desapareció.
Que este año sea esperanzador. Almentable el deceso del “Gitano Maracucho” Guillermo Enrique Morales Portillo, “Memo” Morales, paz a su alma.
Adolfredo José Carrillo
@adolfredocarril; ajcarrillo23@hotmail.com