El utility Mario Lissón, desde hace años nombre principal en la alineación de los Navegantes del Magallanes, es ahora integrante de la línea de fuerza de los Caribes de Anzoátegui
Para Mario Lissón ser tomado como refuerzo es una experiencia surrealista. Nunca en sus 10 años de carrera en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional había vestido en enero un uniforme diferente al de la temporada regular.
Desde la campaña 2011-2012, siempre estuvo en la postemporada, incluida la Serie del Caribe, con los Navegantes del Magallanes, equipo con el que asistió a las últimas cuatro finales y ganó dos títulos (2012-2013 y 2013-2104). Pero asume con responsabilidad su pasantía con Anzoátegui, tras ser la primera sustitución de los orientales en el Draft.
“Es un poco raro llevar otro uniforme, pero, definitivamente, es un reto. Gracias a Dios, he tenido la oportunidad de estar en equipos ganadores y nunca hizo falta eso de reforzar. Aunque es algo que me llena de orgullo. Estoy contento de estar aquí, lo veo como fruto del trabajo que siempre he hecho en esta pelota y que otra novena te quiera en su lineup, es algo muy importante”, destacó Lissón.
Pero para “Súper Mario” también hay otro aspecto que hace todavía más interesante y particular su prueba, pues Caribes ha sido el rival más fuerte que han tenido los Navegantes en los últimos años, tras ser su antagonista en las finales de las zafras 2013-2014 y 2014-2015, así como en las semifinales de la 2015-2016.
“Es curioso estar en Anzoátegui, pues este equipo en los últimos años nos ha dado una verdadera batalla campal, especialmente su fanaticada. Es realmente difícil jugar como visitante en este estadio (Alfonso “Chico” Carrasquel). Espero que ellos (los fanáticos) pasen el ‘suiche’ y me apoyen (risas), porque vengo a ayudar en lo que mejor sé hacer”.
Su bate es la razón por la cual está con el conjunto indígena, tras la inesperada ausencia de Balbino Fuenmayor, quien recientemente abandonó la choza anzoatiguense por órdenes de su nueva organización en Grandes Ligas, Bravos de Atlanta. Por ello, Lissón tiene más que claro cuál es su misión de ahora en adelante con la Tribu.
“En Caribes saben el tipo de pelotero que soy. Solo trataré ser el de siempre. Ser refuerzo no quiere decir que debas cambiar tu manera de jugar y tampoco hacer más de la cuenta. Todos aquí me conocen y saben cuan capaz soy en el terreno”, indicó Lissón, que ligó 14 dobles, ocho jonrones y remolcó 35 carreras, en 55 desafíos durante la eliminatoria.
Un rendimiento que espera poder llevar a Puerto La Cruz para que Anzoátegui trascienda en al postemporada.
“Caribes siempre ha sido un gran equipo, muy competidor en todos los aspectos, de allí que siempre sea contendor al título. Sé que puede hacer grandes cosas, pues tiene un gran material para salir victorioso. Solo es cuestión de llevar un día a la vez y de ejecutar bien en el terreno de juego”, enfatizó.
Ibarra quiere aportar
Al igual que Mario Lissón, el lanzador Edgar Ibarra también fue seleccionado de los Navegantes del Magallanes. El zurdo viste su tercer uniforme en esta temporada, luego de ser cambiado de los Tigres de Aragua a los filibusteros el 24 de noviembre.
“Se siente bien que otro equipo te tome en cuenta para que lo ayudes y es lo que pienso hacer. Todavía no tengo un rol definido en el bullpen, pero lo más seguro es que sea en situación de zurdo contra zurdo, un rol en el que me fue muy bien este año”.
Eduardo Acosta
LVBP