Henry Ramos Allup no le pagó a obreros por bonos de navidad, pero se jactó de tener los empleados públicos mejor pagados
Luis Sánchez Ibarra
aporrea.org
Por fin fuera la deslenguada y altisonante voz de lenguaje escatológico del presidente del Poder Legislativo. El “cambio”, aún más a la derecha, pacto del tristísimo 5 de enero 2016, turna para el segundo año al siempre “cara e’tabla” Julio Borges, con iniciales de un whisky otrora famoso. Un JB que siempre carga expresión de “enratonado”, olvidadizo comprobado y pésimo sacando cuentas de viviendas, respira y aspira pero entre maxi ceja y maxi ceja, niega lo que haya dicho, con “cara e’ pendejo” que literalmente corresponde a la acepción mentiroso.
Habrán aprendido algo diputados viajeros por excelencia y echa carro por viveza, que en 37 sesiones no hicieron quórum. Su figura presidencial Henry Ramos Allup, que se creyó Jefe de Estado de Transición…, no le pagó a obreros por bonos de navidad, pero se jactó de tener los empleados públicos mejor pagados. ¿Será por eso que les birló los reales, según denuncia sindical? Conducta, reflejo, retrato, desnudez de la derecha maltrecha, que se las da de arree…, con motores fundidos, aunque promocionados a punta de engaño mediático.
No fue la última cola prometida para el 6 de diciembre, al que “el especulador precoz” bautizó nuevo Día de los Inocentes en Venezuela. En el período parlamentario anual inicial, por confusión creada en el votante, fueron frustrados y leccionados casi 2 millones de exvotos chavistas, que se pusieron a creer en empresarios-diputados, electos y jefaturados por un adeco jubilado, proclamado presidente apoderado con afición a transición.
Nuevo período de la Asamblea Nacional en desacato, que adviene con la misma complicidad de prensa neoliberal nacional e internacional. De todos modos vaya a los votantes autocastigados, y a quienes juran que la guerra económica no es por culpa de la oposición antipatria y engañosa, un feliz y avisado 2017.