El sector también presenta problemas con el alumbrado público y la inseguridad
Las calles de la urbanización Lecumberry de Cúa semejan a la luna, a propósito de la cantidad de cráteres que tienen.
Para transitar por las cuatro etapas que comprenden este urbanismo del municipio Urdaneta, distribuidas desde la manzana A hasta la Z, los conductores deben hacer maromas para no caer en los huecos.
“Los dirigentes políticos nos visitan en campaña electoral, pero luego que llegan a la Alcaldía se olvidan de los ofrecimientos”, indicó Alfonso Linares, quien acotó que los pocos cariñitos que ha recibido el urbanismo han sido por autogestión.
Linares señaló que los botes de agua que existen en el lugar han empeorado las condiciones de la vialidad y recordó que muchos choferes se quejan porque esta situación afecta sus vehículos, pues se dañan desde el tren delantero, hasta los tripoides y los cauchos.
“Hoy en día es un problema conseguir repuestos de automóviles y además sus costos son inalcanzable. Esta situación también desmejora el servicio de transporte”, añadió.
Los residentes de la urbanización Lecumberry esperan que la Alcaldía o cualquier ente del Estado tome en cuenta sus problemas, a los que se suman la inseguridad y las fallas de alumbrado público.
MIP-TUY