Tomar antibióticos para los resfriados y para otras enfermedades de origen viral no solo no sirve para nada, sino que, además, puede tener peligrosos efectos secundarios
Lo más seguro es que su familia tiene que afrontar año tras año resfriados, dolores de garganta e infecciones víricas. Suele ser común que cuando usted lleva a su hijo al médico por estas enfermedades, ya usted le ha suministrado un antibiótico sin prescripción médica. ¿Está consciente del gran riesgo que esto representa?
¿Cómo funcionan
los antibióticos?
Los antibióticos, constituyen sin duda, uno de los grandes avances de la medicina. Sin embargo, abusar de los mismos ha dado lugar al desarrollo de bacterias resistentes, las cuáles dejan de responder a los antibióticos que las combatían en el pasado. Además, cuando los niños toman antibióticos, se exponen a sufrir efectos secundarios, como dolor de estómago y diarrea o, incluso, a presentar una reacción alérgica.
Existen dos tipos de gérmenes que pueden enfermar a la gente: las bacterias y los virus. Aunque ciertas bacterias y virus causan enfermedades con síntomas similares, las formas en que estos dos tipos de microorganismos se multiplican y transmiten enfermedades difieren.
Las bacterias son microorganismos vivos que existen como células independientes. Las bacterias están por todas partes y la mayoría no causan ningún daño; en algunos casos, hasta son beneficiosas. La bacteria lactobacillus, por ejemplo, vive en el intestino y ayuda a digerir los alimentos.
Pero algunas bacterias son nocivas y pueden provocar enfermedades cuando invaden el cuerpo humano, se multiplican e interfieren en los procesos normales del organismo. Los antibióticos son eficaces contra las bacterias, porque funcionan matando a estos microorganismos, al impedir que crezcan y se reproduzcan.
Los virus, por otro lado, no están vivos y no pueden existir de forma independiente; son partículas que contienen material genético envuelto en una cubierta proteica. Los virus crecen y se reproducen solo después de haber invadido células vivas.
Capacidad del sistema
El sistema inmunitario es capaz de combatir algunos virus antes de que enfermen al organismo, pero hay otros virus (como los que provocan los resfriados, por ejemplo) que deben seguir su curso. Los antibióticos no sirven para combatir virus.
Por qué es perjudicial abusar de los antibióticos…
Tomar antibióticos para los resfriados y para otras enfermedades de origen viral no solo no sirve para nada, sino que, además, puede tener peligrosos efectos secundarios. Con el tiempo, esta práctica puede facilitar el desarrollo de bacterias resistentes.
El uso frecuente e inadecuado de los antibióticos puede hacer cambiar a las bacterias u otros microbios, de tal modo que los antibióticos dejan de ser útiles para luchar contra ellos. Esto recibe el nombre de “resistencia bacteriana” o de “resistencia a los antibióticos”.
Para combatir estas bacterias resistentes se necesitan dosis más altas de medicamentos o antibióticos más fuertes. Debido al abuso de los antibióticos, algunas bacterias se han vuelto resistentes incluso a los antibióticos más potentes que existen en la actualidad.
Problema de resistencia
La resistencia a los antibióticos es un problema muy extendido, y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC por sus siglas en ingles) lo han descrito como “uno de los problemas de salud pública más apremiantes de todo el mundo”. Bacterias que antes respondían bien a los antibióticos se han vuelto cada vez más resistentes. Entre las infecciones que se están volviendo más difíciles de tratar, se encuentran las infecciones por neumococo (que provocan la pulmonía, las infecciones de oído, la sinusitis, la meningitis), infecciones en la piel y la tuberculosis.
Para reducir al máximo el riesgo de desarrollar resistencia a los antibióticos, tenga en cuenta estos consejos:
Solo tome antibióticos para tratar infecciones bacterianas. Es una buena idea dejar que las infecciones leves (especialmente las que están causadas por virus) sigan su curso. Esto ayuda a prevenir el desarrollo de gérmenes resistentes a los antibióticos. Pero deje a criterio de su médico la decisión de si se trata de una enfermedad leve o no. Incluso si los síntomas no empeoran, pero persisten, lleve a su hijo al médico.