El último título zuliano llegó, hace 17 años, de la mano de Lipso Nava, Wilson Álvarez, Lino Connel y Edwin Moreno, quienes hoy forman parte del cuerpo técnico
Wilmer Reina
LVBP
La última vez que las Águila del Zulia lograron ganar un título en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional fue en la temporada 1999-2000, frente a los Navegantes del Magallanes. En esa final Lipso Nava defendió la tercera base, Wilson Álvarez fue parte de la rotación, Lino Connell participó en la intermedia, y Edwin Moreno formó parte del bullpen.
Hoy Nava vuelve a conducir a las Águilas a la serie que define el campeonato, esta vez como mánager, acompañado por Álvarez como coach de pitcheo; por Connell, como coach de banca, y con Moreno como coach de bullpen.
El recorrido histórico del actual cuerpo técnico representa para muchos peloteros un ejemplo a seguir dentro de la organización, razón por la que la gerencia rapaz no dudó en darle la responsabilidad de ser los responsables de encaminar al club nuevamente a una instancia definitiva.
Más allá del éxito deportivo luego de dejar atrás en los playoffs al campeón defensor Tigres de Aragua y en la semifinal a Caribes de Anzoátegui, Nava y sus escuderos han servido como íconos para rescatar el sentido de pertenencia por la divisa.
“En aquella ocasión logramos ganar todo a la calladita, no era un róster con grande nombres, pero sí un equipo que sabía hacer bien las cosas en el campo, que tenía mucha energía, algo muy similar a esta versión de las Águilas”, comentó Nava, quien fue dirigido Marc Bombard en aquella zafra que culminó con una barrida en la final al Magallanes.
“En el 2000 nunca nos dieron como favoritos y logramos salir adelante. Había el hambre de ganar que se percibe en los muchachos en esta campaña. Nos logramos levantar desde lo más bajo. Se creó un compromiso de triunfo, con peloteros entregados a la idea de conseguir el trofeo”, añade Connell.
Nava conoce perfectamente la idiosincrasia de la afición zuliana, por lo que tenía claro que el reto era trascender en postemporada.
“Desde que llegué me propuse a hacerles entender a todos que hay que respetar este uniforme y devolverle el prestigio que se merece, hoy estoy orgulloso del empeño y la respuesta que encontré en mis peloteros”.
“Este equipo se hizo para cosas grandes, no con muchos nombres, pero sí con mística de dar el 100 por ciento en el trabajo, con humildad, armonía y respeto entre sus integrantes”, manifestó el estratega rapaz. “Peloteros como (Freedy) Galvis, (José) Pirela, Silvino (Bracho) se entregan al máximo, hacen que nuestro trabajo en el cuerpo técnico sea más fácil”.
Lipso no esconde el crédito que tiene su cuerpo técnico, pero hace hincapié en el valor de las relaciones que estableció con sus peloteros.
“Jamás le perdí la confianza, pasamos por momentos malos y encontramos la manera de salir adelante, hay mucha gallardía en cada uno de estos muchachos. En todos hay la convicción de ganar”.
Aliados de lujo
Álvarez, quien ha sido parte de cuatro de los cinco gallardetes que ha logrado el Zulia en la LVBP, comparte la idea de Nava, en relación a las características que comparte aquel campeón de la 199-2000 y este que iniciará el viernes frente a Cardenales de Lara, la batalla por el cetro de la pelota criolla.
“Creo que son equipo que se forjaron de la misma manera, con mucho esfuerzo, dedicación, disciplina y amor por la camiseta, estos muchachos, me han dado el 100 por ciento desde el primer día y aquí están los resultados”, señaló el instructor de pitcheo.
“Estamos recogiendo los frutos de toda una planificación de un año, la comunicación y la unión ha sido clave para encarar a nuestros rivales muy motivados”.
El bullpen de las Águilas ha marcado la diferencia en la primera fase de postemporada. La efectividad colectiva es de 1.59 en 39.2 innings de labor. Álvarez, junto a Nava, ha logrado conseguir una fórmula para tratar de encaminar de manera segura a su equipo luego de quinto inning en adelante.
“(Carlos) Hernandez, (Edgar) Alfonzo y Rómulo (Sánchez) han hecho un trabajo grandioso, han sido unos caballos de batalla en postemporada en medio de las restricciones, ellos y la ayuda de la defensa, nos dieron un impulso importante en el momento que más lo necesitábamos”, acotó “El Intocable”.
“Este es un equipo en armonía, muy compenetrado, que cada quien se siente parte importante de la familia y creo que eso nos llevará al campeonato. Todos entienden el mensaje de dar lo mejor en cada juego hasta conseguir el título”, argumentó Moreno.