Los socorristas continuaron este sábado con las labores de rescate; en la madrugada hallaron con vida a dos mujeres y un hombre
Ella Ide / AFP
Los socorristas proseguían, este sábado, su carrera contrarreloj con la esperanza de hallar nuevos supervivientes entre las 23 personas desaparecidas bajo los escombros del hotel sepultado el miércoles por una avalancha en el centro de Italia.
«Estamos agotados, no hemos dormido en tres días pero nos mantenemos positivos, rescataremos a la gente», aseguró a la prensa uno de los socorristas, Alessandro Massa, de 34 años, al caer el día.
Al remover la nieve con las manos «a veces aparece vapor», señal de que «hay bolsas de aire, lo que nos da esperanza», añadió.
Los bomberos anunciaron el sábado haber extraído con vida a dos mujeres y un hombre en la madrugada. Tres horas más tarde, consiguieron sacar vivo a otro hombre.
Estos rescates, efectuados en condiciones muy difíciles debido al mal tiempo que reinaba el sábado en los Abruzos, eleva a 11 el número de supervivientes.
‘Aún hay esperanza’
«Siempre hay esperanza, porque aunque no se oigan voces puede haber personas atrapadas debajo o detrás de un muro de cemento que nos impide oírlos», explicó Enrica Centi, portavoz regional de los rescatistas alpinos italianos.
Al menos 23 personas seguían desaparecidas tras la avalancha, según un recuento comunicado el sábado por la Prefectura de Pescara.
Esta cifra es el resultado del balance entre el número de personas inscritas en la lista de huéspedes del hotel y «otras indicaciones», informó la prefectura.
Los socorristas hallaron también los cuerpos sin vida de dos mujeres y un hombre, lo que eleva el número de víctimas mortales a cinco. Dos cadáveres ya habían sido encontrados en el primer día de búsqueda.
Los socorristas, que pensaban el viernes haber detectado a otro superviviente entre los escombros, ya no lo escuchaban el sábado por la mañana, y tratan de determinar si esta persona dejó de responder o si se trata de un error de evaluación en la confusión de las voces percibidas.
Entre los supervivientes hay cuatro niños. Otros dos supervivientes fueron encontrados fuera del hotel al llegar los socorristas en la madrugada del jueves.
El viernes, los equipos lograron extraer vivos y en buen estado de salud a una mujer y cuatro niños. Cuando se produjo el alud, este grupo estaba jugando al billar, lo que al parecer les salvó la vida, explicó a los socorristas uno de los niños rescatados.
Su ropa de invierno y su indumentaria para esquiar permitieron a los supervivientes resistir bajo los escombros, explicaron ante la prensa los médicos del hospital de Pescara, en la costa adriática, donde habían sido trasladados. Los socorristas también hablaron del efecto «iglú» aislante de la nieve que sepultó el edificio.
‘¡Es un milagro!’
Uno de los niños, Edoardo, de unos diez años de edad, contó a la prensa que la sala de juegos donde se hallaba con otros dos niños se libró milagrosamente de los efectos de la avalancha.
«¡Es un milagro!» exclamó su tía, ante la prensa, al saber que el niño estaba vivo.
Otro de los supervivientes, Giampiero Parete, había salido el jueves del hotel a recoger unas medicinas en su coche.
«Sentí el viento, y escuché un ruido sordo y muy fuerte de árboles que se rompen, de troncos que ruedan. Luego el hotel se derrumbó, abatido por una enorme ola de nieve y trozos de montaña», explicó a la prensa. Su mujer y sus dos hijos también fueron rescatados posteriormente.
El centro de Italia ha sufrido en los últimos diez días nevadas históricas, y además fue golpeado el miércoles por cuatro fuertes temblores de magnitud de 5,2 a 5,7.
Cerca de 7.000 personas, incluidos 3.000 soldados, fueron movilizados para ayudar a las víctimas, así como a los cientos de residentes en aldeas aisladas que desde hace días se encuentran sin electricidad.