La queja era general. El equipo nacional Sub-20 que compite en el Suramericano de Fútbol pasó la primera ronda invicto y asimismo cumplió el partido inicial de la segunda, pero con una bajísima cosecha de goles. Sin embargo, daba confianza la seguridad atrás y el desempeño global del conjunto, aun sin alcanzar el tope de su capacidad como tal.
Hasta que el jueves, en un compromiso difícil (el local Ecuador, de reconocido buen juego), la ofensiva impresionó con una goleada luego de estar arriba 4-0.
En un partido en parte fue difícil apreciar por la niebla que cubría el campo del estadio Atahualpa de Quito, los venezolanos volvieron a mostrar su solvencia defensiva. Aunque en la primera parte no construyeron mucho, excediendo los envíos largos, fue notoria la firmeza de sus líneas en el control de las evoluciones ecuatorianas, que usaban mucho las bandas para abrir el juego.
Sin fisuras, la línea defensiva controló bien, con notable apoyo de volantes y delanteros, que hacían el gasto en subir y bajar en otra demostración de consistencia física (una de sus virtudes) en los casi 2.800 metros de la capital ecuatoriana.
Pero además, los criollos se encontraron con el gol, casi siempre bajo la inspiración de Jefferson Soteldo, que (un tanto desaparecido, poco alimentado ante los continuos pelotazos) se mudó a la derecha y volvió a mostrar su desequilibrante manejo. De sus botines partió el pase del primer gol, marcado por Yangel Herrera, y con el derechó anoto el segundo haciendo efectivo un penal contra Ronaldo Peña.
Un disparo suyo, que rebotó en un defensa, fue rematado por Ronaldo Chacón para el tercero y además sirvió el cuarto, con desmarque, cambio y centro raso que culminó Sergio Córdova.
Sorprendió, desde luego, semejante diferencia, que reducirían los meridionales desde el punto de penal por intermedio de Pervis Stupiñán y Brian Cabezas, ya en las postrimerías, sin que ello disminuyera el reconocimiento por la contundente demostración de los venezolanos, que desde el guardameta Faríñez hasta el delantero Chacón tuvieron, como mérito fundamental, el trabajo colectivo. La firmeza en la marca por las bandas (punto fuerte ecuatoriano), así como en el centro de la defensa y el apoyo general de todas las líneas, se tradujeron en el claro resultado de un cuadro que va a más en cada presentación.
Faríñez, Ronald Hernández, Josua Mejías, Williams Velásquez, Eduin Quero, Yangel Herrera, Luis Ruiz, Sergio Rórdova, Soteldo, Ronaldo Peña y Ronaldo Chacón formaron el once abridor, cumpliendo cada uno la función como miembros de un conjunto. Al final, el DT Dudamel dio descanso a Soteldo, Peña y Chacón, ingresando Christian Rivas, Daniel Saggiomo y Antonio Romero.
Sumar 4 puntos en dos encuentros es muy buen paso, camino a la clasificación para el mundial, a falta de los topes con Brasil, Argentina y Uruguay.