LA HABANA. Iglesias evangélicas protestaron el lunes el congelamiento por parte de Estados Unidos de fondos recaudados en América Latina para la organización de una Asamblea continental a realizarse en Cuba en febrero.
«Esto nos ha dejado muy confundidos», dijo a la prensa el reverendo Joel Ortega, presidente del Consejo de Iglesias de Cuba (CIC). «Lo vemos como algo que impide la libertad religiosa», agregó.
Según los religiosos, la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (OFAC, por sus siglas en inglés) congeló unos 101.000 dólares que se giraron desde la sucursal en Miami del banco ecuatoriano Pichincha a España para pagar las habitaciones de hotel y otros gastos organizativos.
Constituido por 26 denominaciones religiosas asentadas en la isla y 12 movimientos y centros ecuménicos, el CIC representa a unos 100.000 feligreses. La iglesia Católica no es miembro del CIC.
«Es de suma importancia que se liberen los fondos, son fondos de las iglesias latinoamericanas para un evento de impacto en la evangelización», dijo el obispo panameño Julio Murray, presidente del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI).
El evento también busca fomentar la unidad entre las denominaciones religiosas del continente, dijo Murray.
El CLAI cuenta con 188 iglesias y organismos ecuménicos provenientes de 20 países de América Latina y el Caribe. Su sede está en Ecuador.
Para la asamblea de febrero se espera la presencia de unos 400 delegados.
Los prelados incluso leyeron varios documentos oficiales de la propia OFAC donde se estipula que es posible recibir fondos para actividades religiosos pese a las sanciones que Estados Unidos impone a Cuba.
Washington mantiene una política de embargo desde la década de los 60 para presionar por un cambio en el sistema político cubano.
Algunos fondos de las iglesias estadounidenses llegaron a lo largo de estos años, aunque en ciertos casos con demoras o dificultades, indicó Ortega.
Ortega indicó además que mientras no llegue el dinero, las propias iglesias cubanas recaudarán fondos para organizar la Asamblea, que no será trasladada de la isla, una medida apoyada por el resto de sus colegas latinoamericanos.
«Lo que pudiera ser una situación de estarnos lamentando se va convertir en una ocasión para poder dar testimonio de la fe del pueblo cubano», expresó Murray.
AP