La Cámara de Representantes de Filipinas aprobó el martes un proyecto de ley que restaura la pena de muerte mediante la horca, la inyección letal o el fusilamiento para delitos relacionados con drogas a pesar de la oposición de la influyente Iglesia católica.
El proyecto fue aprobado con 216 votos a favor, 54 en contra y una abstención. El presidente Rodrigo Duterte prometió
durante la campaña electoral que restauraría la pena de muerte para criminales reincidentes, en particular para los narcotraficantes.
El proyecto de la cámara debe ser compulsado con el que está en discusión en el Senado y finalmente sancionado por el presidente para adquirir fuerza de ley.
Los partidarios de la pena de muerte dicen que ésta ayudará en el combate de la lucha antidroga, que Duterte considera una amenaza a la seguridad nacional. La represión ha causado la muerte de miles de sospechosos desde que asumió en junio, informó la AP