Casi 40 personas murieron este miércoles en un ataque contra el principal hospital militar de Afganistán, en Kabul, asaltado por un comando de insurgentes islamistas disfrazados de médicos.
Las fuerzas especiales afganas necesitaron seis horas para poner fin a la pesadilla que vivían médicos y pacientes dentro del establecimiento.
Según el portavoz del ministerio de Defensa, el general Daud Waziri, la mayoría de las víctimas, entre ellas unas 50 heridos, «eran pacientes, médicos y enfermeros».
El general dio cuenta de que «al menos 30 personas murieron y unas 50 resultaron heridas» pero el hospital de la oenegé italiana Emergency, especializado en cirugía de guerra y que no es el más cercano al lugar del ataque, habló de «38 muertos y 70 heridos».
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó a través del servicio de mensajería encriptado Telegram el ataque.
AFP