La artesana, que reside en Guarenas, se ha abierto paso en la vida con obras como La última cena o la Virgen María
Hoy hablaremos de una gran mujer, que con su habilidad y dedicación supo hacer arte de su trabajo de artesana. Algo que solo tiene su explicación en el don recibido de Dios que puso en sus manos la creación de una responsabilidad llena de amor y belleza, siempre teniendo en cuenta que su arte lleva el mensaje del triunfo y la perfección artística, sin abandonar su esencia natural y conocimiento como artesana. Nos referimos a la artista artesana María Rosa Leite Da Silva y quien tiene fijada su residencia en la ciudad de Guarenas.
Un resumen de su historia
De la creadora María Rosa podríamos decir muchas cosas hermosas. Llegó como inmigrante en el año de 1962, con apenas 17 años. Venía de Portugal en compañía de sus padres y desde su llegada a Venezuela supo que esta sería su segunda patria. Su primer trabajo, a los pocos meses de su llegada, fue en La Textilera Miranda, que se encontraba en Boleíta, Caracas. Era como una bendición trabajar en un lugar que siempre había idealizado y que ella sabía que su fuerza de trabajo eran sus manos y su intelecto creativo como motor para desarrollar sus facultades artísticas.
Sueños de grandeza
–Para usted, ¿qué representan la artesanía y el arte?
–El tiempo me llenó de habilidades, de destrezas y de sueños de grandeza a todo lo que podía lograr como artesana y así fue. Logré convertirme en una modista de primer orden, luego pasé a realizar lencería de bebé, de cocina, bordados en punta de cruz. De pronto comencé a crear cojines, a elaborar cortinas y de todo. Aquellos trabajos que se relacionaran con el bordado y las telas. Así fui creciendo como artesana. Sin embargo, dentro de mi corazón sentía que podría hacer algo que aunque se relacionará con la artesanía, constituyeran obras de arte. Y fue en ese momento, quizás como una inspiración divina, que se me ocurrió trabajar el bordado de cruz para crear imágenes religiosas. Primero fue una Última Cena, que fue acogida con admiración por todo aquel que tuvo el privilegio de admirarla; luego bordé a la Virgen María y comencé a hacer bodegones y paisajes. Todos eran alabados, lo cual me motivó a continuar realizándolos, sin abandonar mi condición de modista, costurera y todo lo que venía elaborando, como la lencería, que es y seguirá siendo mi profesión. El hecho de ser también una artista hoy me brinda la oportunidad de irradiar, en mi labor cotidiana, reflejándolo en esos trabajos de artesana que siempre haré y que logro convertirlo en arte, que pudiéramos catalogar como puro y propio de mi modesta condición de haber logrado lo que he logrado siendo una autodidacta.
–¿Recomendaría a la juventud formarse en el trabajo de artesano artista?
–Por supuesto que sí. En lo particular, además de ser mi medio de subsistencia, me proporciona el hecho de haberme realizado en mi vida y el haber logrado conseguir todo lo material que me da sustento. En lo espiritual me proporciona una inmensa satisfacción de ver el resultado de mi labor, ya que me llena de alegría que en cada pieza se encontrará la belleza y el amor que puse cuando la elaboré. Eso me llena de felicidad y me hacer estar tranquila con lo que realizo para todo aquel que lo desee.
–Para concluir quisiera preguntarle, ¿qué quiere para esta, su segunda patria Venezuela?
–Que la paz y el amor vuelvan a reinar entre todos nosotros los venezolanos, que nos acordemos que siempre hemos sido hermanos y que nunca me hicieron sentir que como inmigrante. Siempre me abracé en el amor que me han profesado desde el mismo momento que pisé tierra venezolana. Recordemos que Venezuela es una tierra de bendiciones en donde el creador del universo se esmeró en darle de todo para que fuera grande y que sirviera de ejemplo para todo el mundo. También tenemos que retomar la sonrisa y la alegría que siempre brilló en esta hermosa creación divina que le dio al mundo uno de los hombres más brillantes e inteligentes, Libertador de cinco naciones, reconocido como el Padre de la Patria, me refiero a Simón Bolívar, el cual entró en mi pecho y en mi alma apenas conocí la extraordinaria labor que realizó por el bien de todos los hombres del universo.
Corolario
Siempre hemos creído que los artistas son especiales criaturas puestas en la tierra por el señor de los cielos para llenar de cosas bellas el corazón de los hombres, algo que he sentido al conocer y tratar a María Rosa Leite Da Silva, lo cual queda demostrado al ver el fruto de su creatividad y su afinidad con el arte, más aún cuando pudimos admirar La Santa Cena, la Virgen María, sus bodegones y naturaleza muerta.
Nos encontramos en la obligación de dejar su correo con el fin de que quien desee contactarla pueda hacerlo y de esa forma tener la dicha de lo que representa una artista en el espíritu de nosotros los humanos: rosamarialeite60@gmail.com.
Salomón Benshimol R.
sbenshimol@yahoo.com