Delincuentes que lo sorprendieron cuando salía de una fiesta infantil, en el sector El Manguito, San Agustín del Sur, acabaron con la vida de Joshua Guillermo Landaeta Rangel (21), encargado del cafetín de la Escuela Nacional de Administración y Hacienda Pública, ubicada en Los Ruices.
Estaba con su esposa y su bebe de seis meses de nacido. Eran alrededor de las 10.00 de la noche del domingo, cuando se retiraban de la casa donde se realizó la celebración. Delincuentes armados los sometieron para robarlos, pero ella tuvo de reaccionar, proteger al niño entre sus brazos y regresar al inmueble para resguardarlo.
Al menos dos disparos recibió Landaneta. Uno de los tiros lo impactó en la mano, lo que hace presumir que intentó defenderse. Le quitaron la cadena, la cartera con dinero, el teléfono celular y luego los antisociales huyeron.
Cuando salió su pareja, al cesar los disparos, lo encontró tirado sin vida en la calle. Llamaron a su familia y al llegar, entre varios, incluyendo su padre, lo cargaron para llevarlo hasta la calle principal. Allí estuvo hasta las 3:00 de la madrugada, cuando se presentaron las comisiones del Cicpc y levantaron el cadáver.
La víctima vivía en el kilómetro 1 de la vía a El Junquito. Era el segundo de tres hermanos, bachiller egresado de la U.E Liceo Alcazar que se encuentra en el centro de Caracas. Además, jugaba para para la Selección de Baloncesto del Distrito Capital. Su sueño era estudiar Educación Física para dedicarse a la docencia en esa área.
Ibaire Rangel, su madre, dijo que su esposo es subinspector jubilado de la DIM, migrado de la extinta PM. Eso permitió que se le diera celeridad al levantamiento del cuerpo, porque además su hijo no era delincuente, ni tenía registros.
Estaba residenciado en la casa de sus padres y se encontraba a la espera de una oportunidad para comenzar la universidad.