La joven mujer barloventeña pudo el 17 de abril de 1817 con su voz poco antes de ser descuartizada, gritar desde las ruinas de la Casa Fuerte luego el arrase realista, su grito de aliento en pleno sacrificio: ¡Viva Bolívar, viva la patria!
Este viernes 7 de abril, se conmemoran 200 años del paso a la inmortalidad de la heroína Eulalia Buroz (Eulalia Jacinta Ramos Sánchez de Chamberlain), barloventeña, oriunda de Mamporal, capital del municipio mirandino que precisamente lleva su nombre. En un acto público, en esta localidad barloventeña, un grupo de historiadores, investigadores y seguidores, propondrán que la comunidad toda, sus autoridades y fuerzas vivas de la ciudadanía, a través de un escrito público contentivo de sus firmas, hagan la petición del poder ciudadano al Presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, para que se inicien los estudios correspondientes y analizar sus méritos, para que a ésta joven heroína y un grupo de patriotas que la historia ha podido recoger en una lista parcial, le puedan corresponder los honores del Panteón Nacional.
El planteamiento lo formula en un extenso escrito el sociólogo y magister en Historia de Venezuela, Gerardo Rojas Benavides, profesor jubilado de la Unefa, quien evoca que Eulalia Buroz y el grupo de próceres de la nacionalidad, lograron enfrentar a un grupo de enemigos realistas, tres veces superiores, siendo arrollados y derrotados, convirtiendo a Barcelona y su Casa Fuerte en el mayor monumento funerario de la nación. Barcelona, aún dentro de la victoria enemiga, conservó intacto el heroísmo de quienes cayeron desde la primera línea de combate.
En su lucha por defender la patria y su honor como mujer, Eulalia Buroz fue en el acto descuartizada y sus restos arrastrados amarrados a la cola de un caballo, quedando esparcidos en ese monumental cementerio en que los enemigos convirtieron la ciudad entera, arrasándola y quemándola después.
Recuerda Rojas Benavides, teniente de la Reserva Activa y miembro de la Sociedad Bolivariana de Venezuela, exalcalde del municipio Zamora, en Miranda, que “fue tan destacada la gloria alcanzada por Eulalia Buroz, que su nombre inmediatamente se alzó entre las ruinas de Barcelona y corrió de boca en boca; su ejemplo se convirtió en señal de figura excelsa y entre los conmovedores recuerdos inmediatos, trataron de identificarla por su nombre.
Solo sobrevivía la designación pública y popular de Eulalia. Fue el historiador neogranadino José Manuel Restrepo Vélez, quien al hacer un recuento de estos hechos, diez años después de la batalla, anota apenas en un pie de página de su obre Historia de la Revolución de Colombia, la muerte del coronel de origen jamaiquino William Charles Chamberlain y su esposa Eulalia, dándole de inmediato el apellido como Buroz, confundiendo su nombre con Olalia Buroz, hija de una destacada familia patriota de Caracas, de lo que no pudo reparar fe de errata”.
Gerardo Rojas en nombre de los promotores de este reconocimiento, sostiene al plantear este acto de justicia para la heroína y los héroes de cayeron el 7 de abril de 1817 en Barcelona, que sus nombres deben ser destacado en una placa honorífica, para ser develada y ser honrados con los honores del Panteón Nacional.