El occiso fue identificado como Juvencio Magdaleno Palacios Laya, de 50 años de edad, quien se ganaba la vida como limpiador de patios
Lo irregular de la tierra le dio la sensación a Alida Palacios que su hermano, quien estaba desaparecido desde el pasado martes 28-03-2017, se encontraba enterrado en ese sitio, por lo que con el machete que llevaba en sus manos perforó un pedazo de terreno en el Parcelamiento Los Maracuchos” de San Antonio de Cúa. Lo blando de la superficie le hizo aumentar su angustia, por lo que junto a otros parientes siguió socavando el área y encontró el cuerpo baleado y sin vida de Juvencio Magdaleno Palacios Laya.
En las afueras de la Medicatura Forense la mujer narró que su familiar vivía con su progenitora en la parcela 11 del sector Piñate de Santa Bárbara del municipio Tomás Lander. Recientemente se había divorciado y deja una niña de cinco años, huérfana.
Le montó la arepa
Palacios contó que Juvencio Magdaleno, la mañana de ese martes, se despertó y salió a cumplir con una jornada más de trabajo, ya que el hombre laboraba limpiando patios. Antes de partir, su madre le dijo “vaya y regrese, que ya monté la arepa para que desayune”, pero Palacios nunca regresó.
Extrañada de la ausencia del aseador, la familia se activó y con la ayuda de algunos vecinos inició la búsqueda de Palacios. Recorrieron zonas boscosas, hospitales, sedes policiales y hasta la Medicatura Forense del Tuy, pero en ningún lado había rastros del hombre. Luego, a eso de las 2:30 de la tarde de este martes 04-04-2017, con la ayuda de unos perros, se adentraron en el Parcelamiento “Los Maracuchos”, ubicado en el sector San Antonio de Cúa, donde lo hallaron cadáver, con el rostro desfigurado y con varios impactos de bala. El hombre fue reconocido por la ropa que vestía y una discapacidad que presentaba en el brazo derecho.
“Nos dividimos en grupos para poder abarcar la mayor parte del terreno baldío, ya que recientemente la maleza había sido devorada por el fuego, y cuando caminaba me topé con el movimiento de tierra y sentí que ahí estaba mi hermano, por lo que comencé a llorar”, narró parta el Diario La Voz la afligida mujer.
Desconocen los motivos
Juvencio Magdaleno fue catalogado por sus seres queridos como un hombre sano y trabajador. Los afectados desconocen el porqué de su crimen y lo dantesco del suceso. El hombre trabajaba por días, cuando le salía una “chamba”.
“Mi hermano no tenía problemas con nadie”, expresó Alida Palacios.
MIP-TUY / Jean Carlos Rodríguez
Jcarlos_yaco@hotmail.com
@jeancarloslavoz