Washington incrementó el domingo la presión para que Rusia controle al presidente sirio Bashar al Asad, advirtiendo que otros ataques químicos serían «muy dañinos» para sus mutuas relaciones y sugirió que no habrá paz en Siria mientras Asad se mantenga en el poder.
Los principales asesores del presidente Donald Trump hicieron la ronda de los programas televisivos a fin de preparar el terreno para el enfrentamiento diplomático que tendrá lugar esta semana en Moscú, entre el secretario de Estado Rex Tillerson y el ministro de Relaciones Exteriores ruso Sergei Lavrov.
Tillerson expresó este domingo sus dudas sobre las verdaderas intenciones de Rusia en Siria, donde según él, se mostró «incapaz» de controlar la destrucción del arsenal químico del presidente sirio Bashar al Asad.
AFP