Aunque el nuevo contrato de Evan Longoria representa cierto riesgo, es un pacto que desde la óptica más optimistas les conviene a todos en el equipo
Evan Longoria tiene 27 años. Ha dado 130 jonrones en temporada regular, incluyendo uno el 28 de septiembre del 2011 que se destaca como uno de los más dramáticos en la larga historia del beisbol.
Según Baseball Reference, ha producido 28.5 victorias por encima de un jugador a nivel de reemplazo por los Rays, un equipo de mercado pequeño y poco presupuesto.
Por todo esto, hasta la fecha, se le ha pagado US$8 millones.
Eso se llama dinero que rinde. El contrato a largo plazo que firmó como novato ha sido señalado como el estándar de pactos que les conviene a los equipos de cualquier deporte profesional de norteamérica.
Dicho contrato, con tres opciones del club que alcanzan un valor de US$30 millones, aseguró que Longoria estaría bajo control de los Rays hasta el 2016, cuando el tercera base tendrá 31 años.
Entonces, cuando Tampa Bay anunció que «extendió la extensión» hasta posiblemente el 2023, se vio como una decisión interesante. Los Rays no tenían que extenderle el contrato todavía. Pero al hacerlo ahora, premiaron a un jugador que ha aportado tanto a la franquicia y también hicieron lo correcto para la fanaticada del equipo.
Los Rays aceptaron ejercer las tres opciones y agregaron seis años y US$100 millones más al pacto ya vigente. Con otra opción del club para el 2023, cuando Longoria tendrá 37 años, lo que se ve aquí es esencialmente un compromiso para toda una carrera-algo bien raro hoy en día.
¿Es riesgoso? Sí, siempre lo es cuando se trata de un equipo con limitaciones económicas como las de los Rays. Es más así cuando se toma en cuenta que tanto de su valor viene con su defensa…y aun más cuando se recuerda que Longoria participó en sólo 74 partidos en el 2012. Se le acaba de operar de la corva izquierda.
Tal vez las lesiones recientes hayan hecho a Longoria valorar más la estabilidad y la seguridad. El antesalista ha expresado todo el tiempo que sería una tontería quejarse del dinero que ha ya ganado. Hay que recordar que Grady Sizemore jugó bajo un contrato que se consideraba el que más le favorecía a un equipo con los Indios: un pacto de seis años y US$23.45 millones que firmó luego de su primera temporada completa. Al final fue un acuerdo que le convino al jugador, ya que Sizemore perdió tiempo de juego en cantidades debido a varias lesiones.
Ese es el riesgo que está tomando Tampa Bay, equipo que siempre tiene que ser creativo a la hora de construir su roster.
Ahora bien, hay que recordar que va a haber un incremento de dinero de los contratos televisivos de Grandes Ligas con FOX, ESPN y TBS a partir del 2014. Cada franquicia recibirá hasta US$50 millones de esos acuerdos.
Si dicho dinero resulta en que más equipos terminan «amarrando’ a sus estelares como los Rays con Longoria, el béisbol estará mejor.
Otro tema a tomar en cuenta es el de un nuevo estadio para los Rays. Al procurar los servicios de su mejor jugador esencialmente para toda su carrera, Tampa Bay ha demostrado un deseo de continuar poniendo un grupo ganador en el terreno-aun si dicho terreno se encuentra en un estadio que hace muy difícil todo para los Rays.
Entonces, el nuevo contrato de Longoria es otro ejemplo de cómo los Rays hacen las cosas de la manera correcta, con todo y los obstáculos que parecen aumentarse con cada año.
Miller dice adiós
Marvin Miller, el líder sindical de los peloteros de las Grandes Ligas que mediante huelgas y batallas legales logró instituir el sistema de agentes libres y que revolucionó el deporte estadounidense al convertir a los deportistas en multimillonarios, falleció el martes. Tenía 95 años.
Miller murió en su casa en Manhattan a las 5:30 de la madrugada, dijo su hija Susan. Se le había diagnosticado cáncer hepático en agosto.
En sus 16 años como director general de la Asociación de Peloteros de Grandes Ligas a partir de 1966, Miller peleó contra los dueños de los equipos en varios frentes. En 1975, conquistó la posibilidad de que los jugadores se declararan agentes libres en vez de quedar ligados al último equipo que los había contratado.
Sin embargo, se le recordará más como el líder amable pero determinado, que no dudó en ejercer el derecho de huelga de los peloteros.
«Todos los jugadores, presentes, pasados y futuros, tienen una deuda de gratitud con Marvin, cuya influencia trasciende el beisbol», dijo el líder actual del sindicato, Michael Weiner. «Marvin, sin duda, es el principal responsable por inaugurar la era moderna de todos los deportes, que ha traído beneficios tremendos a los jugadores, los dueños y los aficionados».
Anthony Castrovince
mlb.com