Aviones sirios bombardearon el martes varias ciudades del norte y este del país, matando al menos a cinco civiles en un ataque contra una planta de aceite de oliva, mientras se extendían los enfrentamientos en Damasco, dijeron activistas.
Los últimos enfrentamientos suceden a recientes victorias de los rebeldes en su lucha para derrocar al presidente Bashar al-Assad, pero no está claro si es posible un avance estratégico.
Más de 90 personas murieron el martes, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo opositor basado en Gran Bretaña.
Rebeldes que intentaban adentrarse en la capital se enfrentaron a las fuerzas gubernamentales en el suburbio de Kfar Souseh, situado en los alrededores de la zona céntrica de la ciudad, dijeron activistas.
En la norteña provincia de Aleppo, los rebeldes derribaron un helicóptero militar el martes, según material de video publicado en YouTube que mostraba a un cohete impactando a la nave.
Fuentes de seguridad y activistas han informado del ingreso de un pequeño pero creciente número de misiles anti aéreos a Siria, armas que los rebeldes necesitarían para tener una oportunidad de vencer el poder aéreo de Assad.
El video podría ser un claro indicio de que esas armas se están utilizando. El grupo opositor Comités de Coordinación Locales dijo que los combatientes del Ejército de Siria Libre derribaron el helicóptero a poca distancia de la base militar Jeque Suleiman, situada 30 kilómetros al noroeste de la ciudad de Aleppo.
Se estima que unas 40.000 personas han muerto en Siria desde marzo del año pasado, cuando unas protestas inspiradas por la Primavera Arabe estallaron contra Assad, cuya familia ha gobernado autocráticamente el país por cuatro décadas.
El Coordinador Especial de Naciones Unidas para el Proceso de Paz de Oriente Medio, Robert Serry, dijo al Consejo de Seguridad el martes que unas 450.000 personas habrían huido de Siria, mientras que el número de desplazados interno sería mayor.
«Destrucción, muerte y sufrimiento se han convertido en parte de la vida diaria en todo el país», dijo Serry. «La crisis humanitaria se está agravando con el invierno acercándose y el número de necesitados en aumento, potencialmente alcanzando los 4 millones de personas dentro de Siria para finales del 2012», añadió.
El mediador internacional Lakhdar Brahimi informará al consejo sobre su misión el jueves y a la Asamblea General de la ONU el viernes.
EXPLOSIONES
La televisión estatal siria dijo que dos personas murieron y cuatro resultaron heridas por un «ataque suicida terrorista con coche bomba» en Artouz, cerca de Damasco. El Observatorio dijo que la explosión fue causada por un auto bomba colocado cerca de un puesto de seguridad.
En los alrededores de la Ciudad Antigua estalló otro coche bomba, el cual causó la muerte de una persona e hirió gravemente a otro hombre, de acuerdo al activista de oposición Samir al-Shami. Agregó que no estaba claro si el vehículo, un Toyota blanco, fue atestado de explosivos por partidarios de Assad o por insurgentes.
Un avión del Gobierno lanzó «bombas de barril» -cilindros cargados con explosivos y gasolina- en una planta de procesamiento de aceite de oliva ubicada a dos kilómetros de la ciudad norteña de Idlib, dijo el activista Tareq Abdelhaq.
Al menos cinco personas murieron y otras cinco resultaron heridas en el ataque, dijo el Observatorio. Abdelhaq sostuvo que al menos 20 personas murieron y unas 50 resultaron heridas en la ofensiva.
Las víctimas eran civiles, según los activistas, que reconocieron que combatientes rebeldes se encontraban en la zona. Dichos informes son difíciles de comprobar debido a que el Gobierno restringe el acceso a los medios extranjeros.
También hubo combates en el distrito Baba Amr de la ciudad de Homs, una zona que fue invadida en febrero por las tropas del Gobierno, dijo el Observatorio, así como enfrentamientos en Aleppo, Deir al-Zor, Derá y las provincias de Idlib y Hama.
ATAQUES AEREOS
Assad ha utilizado aviones de combate, helicópteros y artillería para combatir la revuelta, que comenzó pacíficamente pero se ha convertido en una guerra civil a gran escala.
Los rebeldes han capturado al menos cinco instalaciones del ejército y de la fuerza aérea en los últimos 10 días, ejerciendo presión sobre las fuerzas de Assad en las provincias norteñas de Aleppo e Idlib, y en la región petrolera de Deir al-Zor, ubicada al este del país.
La oposición ha pedido ayuda militar internacional, en particular para prevenir los ataques aéreos, pero las potencias occidentales que apoyan el levantamiento se resisten a respaldar a las radicales unidades islamistas que hay entre los rebeldes.
El Gobierno también lanzó el martes ataques aéreos en la ciudad de Deir al-Zor y en la estratégica urbe de Maraat al-Numan, ubicada en la provincia de Idlib.
Los rebeldes capturaron Maraat al-Numan el mes pasado, en un hecho que cortó la principal carretera norte-sur del país, una ruta clave para Assad en su intento por mover sus tropas desde la capital hacia Aleppo, la ciudad más grande de Siria, donde la oposición se ha afianzado.
La mayoría de las potencias mundiales ha condenado a Assad, y Gran Bretaña, Francia y los países del Golfo Pérsico reconocieron a la opositora Coalición Nacional de Siria como el único representante del pueblo de ese país.
Sin embargo, Assad ha contado con el apoyo de sus aliados, sobre todo de la potencia regional Irán, para resistir la ofensiva internacional. Rusia y China también han vetado tres resoluciones de la ONU que condenan al mandatario sirio.
El sitio de internet de noticias ProPublica informó el lunes que Rusia envió 240 toneladas de notas bancarias a Damasco en el verano boreal. Las sanciones de Estados Unidos y Europa incluyen una prohibición sobre acuñar notas bancarias sirias.