«Si tenemos la prueba de que fue envenenado, iremos a la Corte Penal Internacional», declaró el jefe de la comisión investigadora palestina, Taufiq Tiraui, durante una conferencia de prensa
La tumba de Yaser Arafat fue abierta este martes durante algunas horas para sacar muestras de sus restos, entregadas a expertos internacionales que deben determinar si fue envenenado, lo que de confirmarse hará que los dirigentes palestinos acudan a la Corte Penal Internacional (CPI), según declaró un dirigente.
«Si tenemos la prueba de que Yaser Arafat fue envenenado, iremos a la Corte Penal Internacional», declaró el jefe de la comisión investigadora palestina, Taufiq Tiraui, durante una conferencia de prensa.
Tiraui hizo esta declaración poco después de la apertura de la tumba de Arafat durante algunas horas para tomar muestras, que fueron entregadas a expertos internacionales, quienes las analizarán para buscar si tienen polonio, una sustancia radiactiva sumamente tóxica.
«Será el primer caso en que los palestinos recurrirán a la CPI después de haber obtenido el estatuto de Estado observador en la ONU», destacó Tiraui en una conferencia de prensa después de la exhumación. Según la comisión de investigación palestina, los resultados no serán conocidos antes de tres meses.
Una ceremonia militar fue organizada este martes delante del mausoleo en el recinto de la Muqata, sede de la presidencia de la Autoridad Palestina en Ramalá (Cisjordania).
«La muestras fueron tomadas sin sacar los restos de la tumba y fueron entregadas a los expertos franceses, suizos y rusos», declaró Tiraui, que destacó varias veces que «ningún extranjero tocó los restos».
Los expertos internacionales deben tratar de determinar si el dirigente palestino fue envenenado con polonio, hipótesis que volvió a cobrar valor después de la difusión en julio pasado de un documental de la cadena catarí Al Jazeera revelando restos de esta substancia en efectos personales de Arafat.
El líder palestino murió a los 75 años el 11 de noviembre de 2004 en un hospital militar cerca de París, adonde fue trasladado con acuerdo de Israel que desde hacía más de dos años lo asediaba al interior de la Muqata, la sede del gobierno de la Autoridad Palestina.
Numerosos palestinos acusan a Israel de haberlo envenenado, versión que el Estado hebreo siempre ha negado. «Estamos convencidos que los israelíes asesinaron al presidente Arafat», afirmó recientemente Tiraui, presidente de la comisión de investigación palestina sobre la muerte de Arafat.
«Yaser Arafat falleció en un hospital francés, todos los elementos se encuentran en su expediente médico. No hay más que consultarlo», replicó el domingo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores israelí, Yigal Palmor.
El expediente médico que fue publicado por la Fundación Yaser Arafat en su portal internet www.yasserarafat.ps, no entrega información decisiva. La exhumación también provocó tensiones familiares y la oposición del sobrino de Yaser Arafat, Naser al Qidua.
Convencido que su tío murió envenenado por Israel, se pregunta sobre la «lógica» de la exhumación y critica una «profanación». «No saldrá nada bueno de todo esto, no hará ningún bien a los palestinos», declaró recientemente a la AFP. La viuda de Arafat estimó que se trata de una «prueba dolorosa pero necesaria».
Según expertos, los análisis llevarán varias semanas. Pero aún cuando se encuentren rastros de polonio -substancia radioactiva altamente tóxica- no será fácil probar que la ésta fue administrada por vía humana, según un responsable del Instituto francés de protección radiológica y de seguridad nuclear (IRSN).
Abbas Momani / AFP