Artículos escritos para La Voz por los profesores de la Escuela de Estudios Internacionales (FACES-UCV). La responsabilidad de las opiniones emitidas en sus artículos y Notas Internacionales es de los autores y no comprometen a la institución.
Área Metropolitana de Caracas
En los últimos años se ha desarrollado un auge de las grandes ciudades venezolanas, especialmente Caracas, Valencia, Maracaibo, Barcelona-Puerto La Cruz, San Cristóbal y Barquisimeto
Néstor M. Cegarra P
A mediados del siglo pasado, algo más de la mitad de la población venezolana vivía en áreas rurales o en centros poblados de menos de 2.500 habitantes; treinta años después, como consecuencia de la explotación petrolera y el aumento de las migraciones internas y externas, este panorama ha cambiado radicalmente y Venezuela se ha convertido en una nación predominantemente urbana. En los últimos años se ha desarrollado un auge de las grandes ciudades venezolanas, especialmente Caracas, Valencia, Maracaibo, Barcelona-Puerto La Cruz, San Cristóbal y Barquisimeto, entre otras, que de continuarse al mismo ritmo, consolidará la población de Venezuela como uno de los países más urbanizados de Latinoamérica (hoy en día, más del 95 % de la población en Venezuela es urbana).
Importante ha sido la atracción ejercida por la Región Capital. Las migraciones se han dirigido especialmente a Caracas, donde se han concentrado los beneficios derivados de la inversión y del gasto de las divisas generadas por la explotación petrolera.
Como consecuencia del crecimiento acelerado experimentado en Caracas, se rebasaron los límites administrativos del perímetro urbano, por lo cual en 1950 se creó el Área Metropolitana de Caracas, modificada en varias oportunidades (1969-1975). En el Decreto No. 1.331 del 16 de diciembre de 1975 se estableció, modificando el Reglamento de Regionalización Administrativa, que: «Para fines estadísticos y censales y para ver los efectos administrativos se define como Área Metropolitana de Caracas el área comprendida por el Distrito Federal (hoy en día municipio Libertador), el distrito Sucre (municipio Sucre del Estado Miranda) y los municipios San Antonio, Carrizal y Cecilio Acosta del distrito Guaicaipuro (municipio Guaicaipuro) del Estado Miranda».
En 1936, la población de Caracas representaba el 7.7 % de la población total del país; en 1941 había ascendido al 9.2 %; en 1950 equivalía al 13.7 % de la población nacional; en 1961 representaba el 17 %; para 1971 la población casi se duplica en relación con el año 1.961, alcanzando la cifra de 2.325.000 habitantes la población, experimentando un aumento del 21.6 %, producto de los grandes procesos migratorios en especial de los países de la región (Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, Chile, Argentina y Paraguay) y la bonanza petrolera de la década; ya para el año 1981 la población del Área Metropolitana de Caracas se calculó en 3.891.205 habitantes, que representa el 26.6% del total nacional. La evolución que ha presentado la población del Área Metropolitana de Caracas se debe a factores que ejercen influencia directa sobre el crecimiento; como el crecimiento vegetativo, el cual incluye la natalidad y mortalidad y por otra parte los movimientos migratorios que se suceden en este espacio.
NOTA INTERNACIONAL
Moneda Local
Freddy José Castellanos Brandes
Un imperceptible acontecimiento socioeconómico promete grandes beneficios para la humanidad. Se trata de la puesta en funcionamiento de monedas locales en varias partes del mundo ante la descalificación de los grandes bancos y el escepticismo de sus posibles usuarios. Recientemente esta iniciativa aparece en Barcelona, España, como parte de una promesa electoral formulada en 2015 y alejada de toda tentación populista. Se espera que este año entre en uso una moneda de este tipo en tres distritos de la ciudad. Esta decisión representa un esfuerzo importante por mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, colocándolos en posición de afrontar los efectos negativos de la economía nacional y global. Entre los beneficios que ofrece este nuevo instrumento están evitar que la riqueza de una zona se desplace del sitio de su creación; no pueden ser usadas para la especulación financiera, prevaleciendo la economía real sobre la financiera. Además, se puede convivir con las monedas nacionales y regionales.