Según el artículo 17, la OEA solo puede actuar si el gobierno de un Estado miembro lo solicita al considerar que está en riesgo su proceso político interno, pero el artículo 20 señala claramente que el Secretario General y cualquier Estado miembro podrán solicitar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente
Venezuela no quiere que le apliquen la Carta Democrática y lo considera una intervención en sus asuntos. Empero, el 11 de septiembre de 2001, en Lima-Perú, en una Asamblea especial de la OEA, votó favorablemente su aprobación, la cual se hizo en la primera sesión plenaria, lo que quiere decir que no hubo mayores objeciones de los estados miembros, entre ellos el nuestro. Esto significa que el gobierno de Chávez estuvo de acuerdo con dicho texto, no lo consideró intervencionista ni violador de las soberanías de los estados americanos y comprometió el futuro del país al aprobarlo.
Un viejo amigo por ahí escribió que EE.UU. y Canadá no aparecían como firmantes de la Carta Democrática, pues no había visto ningún documento con sus firmas. Empero, tampoco he visto ningún documento con las firmas de los representantes del resto de los países, pues se trata de una resolución unánime de la Asamblea de la OEA, de obligatorio cumplimiento para sus miembros, quienes deben haber firmado su asistencia a ese organismo y con su mano alzada votaron favorablemente la resolución.
Que EE.UU. y Canadá no acepten más adelante que les apliquen la Carta Democrática no me extrañaría. Empero, eso se sabía también en el año 2001. Chávez fue alertado de todo y nuestro gobierno antiimperialista la firmó, atendiendo las presiones precisamente del imperialismo que dice enfrentar, pero con el cual hace grandes negocios en la Faja y en el Arco.
El mismo articulista señalado dice que, según el artículo 17, la OEA solo puede actuar si el gobierno de un Estado miembro lo solicita al considerar que está en riesgo su proceso político interno. Empero, el artículo 20 señala claramente que el Secretario General y cualquier Estado miembro podrán solicitar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente, ante una alteración del orden constitucional o democrático de cualquiera de los estados miembros. Las medias verdades buscan siempre manipular para engañar a los ingenuos o desprevenidos.
Si solo se pudiera invocar la auto aplicación de la Carta Democrática, nuestro amigo articulista ha debido explicar cómo fue posible que Maduro, cuando canciller, solicitara su aplicación en dos ocasiones: contra Honduras en el caso Zelaya y contra Paraguay en el caso Lugo. Ha debido explicarnos también cómo se solicitó esta aplicación si somos contrarios a las intervenciones en los asuntos internos de otros países y demandamos el respeto de la soberanía de los pueblos.
Parece que la actitud manipuladora se ha extendido hasta alcanzar a gente humorista pero seria.
La última reunión convocada del Consejo Permanente fue sorpresiva. Empero, el artículo 20 obliga a una convocatoria inmediata. El delegado boliviano, presidente del Consejo, la suspende. Pero su presidencia acababa de serle asignada por rotación automática, la suspensión fue inconsulta, los delegados estaban presentes y la mayoría decidió realizarla. Para aborigen tramposo, mayoría blanca tramposa y media.
Luis Fuenmayor Toro
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