Ni la inactividad afectó a los Cavs, conducidos por un LeBron imparable
Si había dudas porque el largo reposo (mientras se definía su rival) podría afectar a los Cavaliers en la final del Este de la NBA, los minutos iniciales ante Celtics fueron suficientes para despejarlas. Arrollador, de la mano de un LeBron James que sigue a muy alto nivel, el campeón se fue adelante desde el salto entre dos y dejó parciales de 30-19 y 61-39 en la primera mitad para definir virtualmente el partido. Es más, dejó la impresión de que va camino a igualar (hoy, en el segundo choque) su 10-0 del año pasado en play-off, situación que abriría las puertas a una barrida al mudarse a Cleveland.
Engañoso el 117-104 del marcador final. Porque casi siempre la visita dominó por 20 o más y solo la natural baja de rendimiento cuando el partido se volvió trámite, permitió a los locales sumar puntos con aciertos en los tiros que estuvieron ausentes en los minutos de la definición. Porque, si Celtics intentó cerrar la pintura y por allí se coló continuamente LeBron para llegar hasta 23 puntos en la primera mitad, cuando quisieron cerrarla Kevin Love -que con Tristan Thompson había hecho peso en la pintura-, se dio banquete desde el perímetro con 6 triples que liquidaron la resistencia.
Es posible, claro, que Boston reaccione esta noche en el segundo juego. Tendría que mejorar notablemente su puntería (fatal en el primer cuarto) para compensar la intensidad de los Cavs. Porque puso empeño –y hasta rudeza- para detenerla, pero solo consiguió mostrarse más débil. Y si no logra equilibrar en casa, en Cleveland iría al matadero.
LeBron siguió en punto altísimo de rendimiento y dejó 38 puntos con 9 rebotes y 7 asistencias, Love dobló 32-12 y Thompson terminó con 20 y 9, colectivamente los Cavs con 44 rebotes y 21 asistencias, 48 y 35% de cancha, solo 8 pérdidas Del otro lado, cuando Crowder y Bradley hallaron el aro sumaron 21 por cabeza, mientras Isaiah Thomas, contenido por una marca combinada, dejó 17 con 10 asistencias. Y mientras no frise los 30 su equipo carecerá de opción. Boston, que maquilló cifras al final, tuvo 46 y 31 de cancha, apenas 55 en libres y 14 pérdidas.