«La negligencia de las rectoras del CNE, que incumplen la Constitución al no llamar a elecciones regionales y no devolver al Presidente su convocatoria a Constituyente, mientras decenas de venezolanos mueren en las calles…»
La violencia y las muertes ocurridas sin importar sus autores: el Gobierno y sus delincuentes paramilitares, la MUD y sus bandas criminales mercenarias o las bandas delictivas impulsadas por las políticas de impunidad.
La represión del Gobierno contra los manifestantes aún en respuesta a actitudes vandálicas de los mismos.
La posibilidad de intervención extranjera, mercenaria y criminal en nuestro territorio y los llamados que la MUD hace de la misma.
La prohibición inconstitucional y antidemocrática a que un sector político de la población proteste en el Municipio Libertador.
La calificación de terroristas para quienes enfrenten incluso violentamente a las fuerzas del orden público.
La desobediencia, el vandalismo y la resistencia no son actos terroristas, ni delitos en el ámbito militar.
El uso de tribunales militares para juzgar a manifestantes civiles con el falso argumento de que enfrentar a la GNB en funciones de control del orden público es un delito militar.
El uso de niños en actividades políticas, algunas incluso violentas, por parte de la oposición de la MUD, pero también por parte del Gobierno.
El lenguaje grosero, vulgar, agresivo y amenazante de funcionarios del Gobierno y del Psuv, así como las respuestas del mismo tenor dadas por dirigentes de la MUD.
La irritante, antidemocrática e inconstitucional decisión gubernamental de no hacer elecciones sino cuando estén seguros de ganarlas.
El uso de mentiras, calumnias y manipulación por parte de los bandos polarizados, actualmente en conflicto destructivo de la nación.
Tener a Cuba o a Puerto Rico como metas a alcanzar.
El inmediatismo oportunista opositor que engaña a la población diciendo que a Maduro lo que le falta es un último empujón.
La soberbia, ignorancia y sectarismo del Gobierno y su carencia total de autocrítica sobre el estado lamentable de Venezuela.
La pretensión de la MUD de constituirse en la única oposición existente en el país.
La inhabilitación tramposa, a través de una Contraloría delincuente, de líderes opositores para anular su participación electoral.
La detención violenta de jóvenes manifestantes que son robados y golpeados inmisericordemente luego de haber sido sometidos.
El uso de mentiras, medias verdades y calumnias por los polarizados.
La negligencia de las rectoras del CNE, que incumplen la Constitución al no llamar a elecciones regionales y no devolver al Presidente su convocatoria a Constituyente, mientras decenas de venezolanos mueren en las calles.
La existencia de presos políticos y la conducta delictiva del SEBIN, al no atender órdenes judiciales de excarcelación y retener manifestantes no imputados por la Fiscalía.
El fraude constituyente que se pretende efectuar.
El callejón sin salidas en que nos están metiendo el Gobierno y la MUD y sus derivaciones de mayor violencia en el futuro cercano.
Luis Fuenmayor Toro