Este régimen solo dice lo que le conviene y luego es repetido tal cual por todos los burócratas que forman la cúpula que hoy gobierna nuestra nación
El abuso de los funcionarios del régimen en el uso de los medios de comunicación social de nuestro país, ya raya en la desconsideración, porque no dicen la verdad o la dicen a medias, con el fin de confundir a la opinión pública.
Afortunadamente, hoy los venezolanos de todas las clases sociales están claros que este régimen solo dice lo que le conviene y que luego es repetido tal cual como loritos por todos los burócratas que forman la cúpula que hoy gobierna nuestra nación. Y lo hacen creyendo que “se la están comiendo”, sin darse cuenta de que están haciendo el ridículo y convirtiéndose en el hazmerreír no solo de Venezuela sino del mundo entero.
Citaremos dos casos que nos avergüenzan ante la comunidad mundial. El primero de ello son las sanciones hechas por el gobierno de los Estados Unidos de América contra unos ciudadanos venezolanos que hoy forman parte del Tribunal Supremo de Justicia y que son señalados por hechos que para el gobierno de los Estados Unidos son delitos. En su denuncia al mundo, la justicia americana deja clara y absoluta constancia de que sus señalamientos no son ni contra Venezuela y mucho menos contra los ciudadanos venezolanos, sino que son exclusivamente contra los señalados en su acusación.
Creemos que, por tratarse de un hecho a nivel personal, el Estado venezolano no debería tomar partida y mucho menos emitir opiniones en casos concretos, aunque sí dar el apoyo que se le debe prestar a cualquier venezolano que se encuentre en problema con una nación extranjera.
Se debe presumir la inocencia hasta que no se demuestre la culpabilidad, pero creemos que son ellos los que deben defender su inocencia y no involucrar a todo un país en un hecho tan personal. En nuestro caso, lo que haríamos es ir a los Estados Unidos y allá demostrar nuestra inocencia. Ahora bien, aquí el Estado venezolano debe tener la garantía que se realice un juicio en el cual se certifique la imparcialidad y que el mismo juicio se encuentre ajustado a las leyes y justicia del país acusador.
La pregunta de las mil lochas es: ¿estarán esos funcionarios en la disposición de acudir a ese juicio?
La otra fue la rueda de prensa ofrecida por el que hoy ocupa la vicepresidencia de Venezuela y en la cual todos los argumentos fueron para condenar a la oposición venezolana y de acusarlos de ser traidores a la patria y además de ser terroristas. Para tal fin, mostraron unos videos en los cuales se realizaban actos que atentaban contra la paz del venezolano. Realmente no creemos que esos videos sean de los opositores.
¿Por qué el vicepresidente no los llama a debatir en un programa trasmitido en cadena nacional, para que ellos puedan defenderse de esa acusaciones y muestren la represión tan violenta y atroz que realizan los guardias nacionales y la la Policía Nacional Bolivariana.
Recuerden que los venezolanos solo queremos unas elecciones y no un fraude electoral como el que pretende realizar el presidente Maduro. Ahora bien, ¿cuál es el miedo o la diferencia de unas elecciones libres a las de una constituyente? Deberá ser que cuando se realizan unas elecciones limpias y transparentes gana el que elija el pueblo, pero cuando son fraudulentas gana el delincuente tramposo.
Señores del gobierno, la paz está en sus manos, no se necesita diálogo para después no cumplirlo, solo se necesita honestidad para formar un gobierno, llamase nacional, regional o municipal, y se elijan todos y cada uno los hombres que deben ocupar los cargos de dirección. Solo esto basta y la unión y la paz volverá a nuestro pueblo.
Salomón Benshimol R.
sbenshimol@yahoo.com