22 minichef del Inces y 27 pequeños guardaparques compartieron durante un recorrido por las instalaciones del gran pulmón de Caracas
Camino al establecimiento de un próximo convenio institucional que abarcará áreas agrícolas, turismo, construcción, ambiente y acreditación de conocimientos, entre otros; se llevó a cabo en los espacios del Parque “Generalísimo Francisco de Miranda” en Caracas, una jornada de intercambio de saberes y amistad entre 22 niños del taller vacacional de Mini Chef del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) y 27 Pequeños Guardaparques adscritos al Instituto Nacional de Parques (Inparques).
La jornada inició con carácter cívico desde que los chiquillos interpretaron las notas del Himno Nacional. Seguidamente se produjo la visita a la réplica del buque Leander en el cual Francisco de Miranda llegó a Venezuela por la vela de Coro, para traernos la bandera tricolor, la imprenta y un ramillete de ideas libertarias e independentistas.
Los Pequeños Brigadistas dirigieron el recorrido museístico exponiendo a sus pares del Inces, el significado y la importancia de cada una de las secciones de la embarcación y la utilidad de los enseres allí expuestos. Así se pudo conocer la sala de armería, la de carpintería, la zona de recámaras, bodega, el salón de oficiales, el equipo para afilar las sables y las espadas y en fin, todos los compartimientos básicos de esta unidad compuesta por cuatro puentes.
Posteriormente, el recorrido tomó rumbo a las fosas de animales y allí los nóveles guardaparques detallaron características resaltantes, alimentación, patrones de conducta, hábitos y hasta la posible extinción del jaguar, perro de agua, caimán de la costa y mono americano. Es decir, se tocó la importancia del cuidado de los recursos ambientales y animales, y su repercusión en el medio ambiente. La jornada fue entretenida y alegre, pero sobre todo, muy didáctica.
Le toca a los cocineritos del Inces
En las instalaciones de la pizzería Araguaney, en la zona de la entrada principal al parque y armados de delantales, gorros y utensilios de cocina, estos pequeños utilizaron ingredientes naturales como: harina de trigo, huevos, agua, espinacas, ajo, tomates y especias, para demostrar la elaboración de la propia pasta (no fue pasta empaquetada e industrial) y su salsa de espinaca. Todo un éxito.
De otra parte, el grupo de los más chiquilines hizo las delicias de la concurrencia con la preparación de una tizana repleta de frutas que a todos refrescó.
El encuentro fue aleccionador, ameno y cordial con el protagónico rol de los niños, animados y convencidos de los valores de la naturaleza y la importancia de su preservación. Fue una experiencia enriquecedora plena de concordia infantil y llena de un humanismo amigo de lo natural y sano para el hombre sobre la tierra.
Viendo el encuentro en contexto, se trata de una experiencia aleccionadora donde los niños, futuro y esperanza viva del país, comunicaron a la concurrencia valores civilistas e indispensables para el mantenimiento de una sociedad respetuosa y saludable.
La directora general de Inparques, Zoraima Echenique, expresó que “estamos en presencia del tesoro más grande del país: los niños.
Es altamente valioso que a estas cortas edades (4 a 14 años) exista este grado de conciencia y responsabilidad.
Desde acá de Inparque estaremos siempre a la orden para multiplicar estos esfuerzos y ayudar a construir e impulsar el modelo económico productivo eco-socialista, basado en una relación armónica entre el hombre y la naturaleza, que garantice el uso y aprovechamiento racional, óptimo y sostenible de los recursos naturales, respetando los procesos y ciclos de la naturaleza.
En la despedida, Azly Blanco, mini Chef de 8 añitos comentó que está ganada para participar en todas estas experiencias. “Me gusta compartir todos mis conocimientos para que logremos a futuro un mundo mejor para todos”.