Venezuela quedó aislada en la reunión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) realizada el miércoles, dijo este jueves el secretario general de la entidad, Luis Almagro, a pesar de la falta de consenso en el encuentro.
Cancilleres y representantes de la OEA discutieron el miércoles la crisis venezolana aunque la reunión tuvo que ser suspendida ante la imposibilidad de alcanzar una posición común o aprobar uno de los dos proyectos de Declaración que estaban sobre la mesa.
Sin embargo, para Almagro «la posición del régimen de (Nicolás) Maduro quedó completamente aislada, porque era que haya una votación con las dos resoluciones, y eso no se hizo».
Con esa idea, apuntó Almagro, Venezuela pretendía llevar a los dos proyectos de Declaración «al fracaso», ya que no habría votos suficientes para aprobar ninguna de la dos. La salida hallada por la OEA fue suspender la sesión.
«La posición del resto de los países y de la Organización, en cambio, fue construir consensos y dejar a Venezuela en la agenda», dijo el secretario general.
«No era fácil»
Almagro admitió que «no era fácil tener un acuerdo en una primera reunión» de cancilleres, pero apuntó que «los acercamientos entre las partes para tener un consenso a la brevedad están ahí, al alcance de la mano».
En la visión de Almagro, sin embargo, la reunión del miércoles en Washington ha «acortado la brecha que hay entre la urgencia de la realidad venezolana y los tiempos de las definiciones políticas».
Ante el fiasco del miércoles, las delegaciones se comprometieron a negociar la fecha de una nueva reunión de cancilleres a realizarse antes de la Asamblea General de la OEA, del 19 al 21 de junio en Cancún, México.
Almagro llegó incluso a destacar el gesto de Venezuela de acreditarse para la reunión del miércoles (aunque no participó), a pesar de haber iniciado formalmente el proceso de su salida de la OEA.
«El regreso de Venezuela a la OEA para anotarse a la reunión y confirmar su presencia en la Asamblea General es un enorme triunfo» para la OEA y un «paso importantísimo para los resultados que debemos obtener sobre la situación», dijo.
Evaluación diferente
Sin embargo, la evaluación de Almagro sobre la reunión de cancilleres realizada el miércoles contrasta abiertamente con la que formuló el propio gobierno de Venezuela o el de su más próximo aliado sudamericano, Bolivia.
Para la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, los países que impulsan en la OEA declaraciones más duras contra el gobierno de Caracas resultaron «derrotados» en la reunión.
Esos países «llegaron con su plan de intervención a buscar un consenso y el único consenso es que no hay consenso. Se impuso la voz moral (…). Han sido derrotados», dijo Rodríguez a la televisora gubernamental VTV.
En tanto, el presidente de Bolivia, Evo Morales, acusó este jueves a Almagro de conducir un «Plan Cóndor» contra la izquierda, en referencia al acuerdo represivo articulado por dictaduras militares del Cono Sur en la década de 1970.
«Luis Almagro divide y traiciona los principios de la OEA», afirmó el mandatario boliviano en la red Twitter.
Incluso el ministro boliviano de Relaciones Exteriores, Fernando Huanacuni, dijo el miércoles al fin de la reunión que «salimos fortalecidos» ante la incapacidad de la OEA de adoptar una declaración condenatoria contra Venezuela.
Por su lado, Ecuador afirmó este jueves en un comunicado que «los conflictos de Venezuela deben ser resueltos por los venezolanos, sin injerencias externas».
En Caracas, la canciller Rodríguez dijo este jueves que el gobierno invitó a cinco países (Nicaragua, El Salvador, San Vicente y las Granadinas, República Dominicana y Uruguay) a impulsar un nuevo esfuerzo de diálogo con la oposición.
«Vamos a convocar de inmediato a sus representantes para dar un reimpulso al diálogo», señaló Rodríguez en rueda de prensa.
Venezuela vive desde el 1 de abril una ola de protestas opositoras que exigen elecciones generales para la salida del poder del presidente Nicolás Maduro. Las manifestaciones ya dejaron un saldo de 60 muertos.