Bob Menéndez, el único senador entre los 31 integrantes del comité, dijo que decidieron presentar los principios y no un proyecto de ley porque su intención es lograr un compromiso bipartidista con el Partido Republicano
WASHINGTON. El comité de legisladores hispanos demócratas expresó el miércoles su optimismo de que el Congreso pueda aprobar una reforma migratoria integral tras el impacto del voto latino el 6 de noviembre, y presentó nueve principios fundamentales que esa legislación debería contener, incluida una vía a la naturalización para los que residen en Estados Unidos sin la debida documentación.
Bob Menéndez, el único senador entre los 31 integrantes del comité, dijo a la prensa que decidieron presentar los principios y no un proyecto de ley porque su intención es lograr un compromiso bipartidista con el Partido Republicano.
Se trata de «ver cuáles son nuestras diferencias y cómo podemos resolverlas para lograr la misma meta. Si el Partido Republicano desea ser un partido nacional, debe entender que desea trabajar con nosotros para alcanzar lo mejor para el país y para los inmigrantes», dijo Menéndez.
«El panorama político cambió, y el primer punto de orden debe ser la reforma migratoria», dijo el senador por Nueva Jersey, refiriéndose a los comicios.
Entre los nueve principios, el comité dijo que la reforma debe brindar una vía a la naturalización a los 11 millones de personas que residen en Estados Unidos sin la debida documentación.
La propuesta estipula que las personas en esa situación puedan obtener la residencia permanente y eventualmente la naturalización si no tienen prontuario policial y si se inscriben en un registro gubernamental, aportan sus huellas dactilares, aprenden inglés y pagan impuestos.
El presidente Barack Obama se manifestó a favor de la misma propuesta durante su primera conferencia de prensa tras obtener la relección el 6 de noviembre, y dijo que planea enviar al Congreso un proyecto de ley poco después de juramentarse el 21 de enero para un segundo mandato de cuatro años.
El presidente de la cámara baja, el republicano John Boehner, expresó su disposición a que el próximo Congreso aborde el debate para una reforma integral, apenas 48 horas después de que Obama resultara relecto con un considerable respaldo de los hispanos y otras minorías.
Pero Boehner rehusó especificar si el debate sobre reforma migratoria incluirá la opción de legalizar a los inmigrantes sin documentos, una idea a la que su partido se ha opuesto porque lo ve como un premio a personas que violaron leyes estadounidenses.
Los senadores Jon Kyl y Kay Bailey Hutchison —quienes se jubilarán al concluir el actual periodo legislativo en diciembre— presentaron la víspera el primer proyecto de ley sobre migración de la bancada republicana tras las elecciones, una versión más limitada del Dream Act, a la que titularon Achieve Act.
El Dream Act es un proyecto de ley que buscaba suspender permanentemente las deportaciones de algunos inmigrantes menores de 30 años traídos sin autorización a Estados Unidos cuando eran niños. Su última versión fue aprobada por la cámara baja pero no obtuvo los votos necesarios en el Senado en diciembre del 2010.
El proyecto Kyl-Hutchison exige que los beneficiarios hayan entrado a Estados Unidos antes de los 14 años de edad y que hayan vivido en el país al menos durante cinco años.
Brinda tres tipos de visa: la primera, vigente por hasta seis años, para estudiantes; la segunda, una visa de trabajo vigente por cuatro años, y la tercera es una visa permanente no inmigrante que puede ser renovada cada cinco años.
Los senadores dijeron que el proyecto de ley —el cual estipula que los beneficiarios no puedan obtener préstamos estudiantiles del gobierno federal— no es una vía para la naturalización y que los interesados en una residencia permanente necesitan someterse a los procedimientos ordinarios que rigen a cualquier extranjero.
AP