La “retórica hostil” de Trump
No se puede afirmar que por las tensiones existentes entre ambos discursos, las relaciones entre los dos países se hayan visto resentidas
Seny Hernández
Las recientes decisiones adoptadas por Donald Trump junto con sus apreciaciones en torno a la realidad cubana actual, han llevado al presidente Raúl Castro a calificar de “retórica hostil” los mensajes emitidos por el primer mandatario del norte. Sin embargo, no se puede afirmar que por las tensiones existentes entre ambos discursos, las relaciones entre los dos países se hayan visto resentidas. Lo que sí está claro, es que las declaraciones de Trump le dan un respiro a los cubanos que se encuentran en las búsquedas de nuevas aperturas económicas.
Definitivamente, Trump se expresa con claridad y muestra con transparencia sus intenciones políticas, especialmente cuando dice que quiere una “Cuba libre” y los contenidos de las medidas así lo reflejan, porque favorecen a la población civil, restringe las ganancias económicas de los militares y traza nuevas orientaciones democráticas para el futuro. Son medidas prácticas, que evidencian las prioridades del nuevo mandatario en sus relaciones bilaterales con Cuba.
Auspician el desarrollo del sector privado emergente en Cuba, establecen restricciones a los ciudadanos norteamericanos que quieran viajar a la isla, sostienen los derechos adquiridos de los cubanos residenciados en Estados Unidos a continuar enviando remesas y realizando visitas a sus familiares, conserva el embargo económico impuesto desde hace más de 50 años y mantiene los vuelos regulares y los cruceros a esos territorios. Las medidas son concretas y pueden ser aplicadas inmediatamente.
También reflejan una estrategia económica orientada a satisfacer los intereses de seguridad nacional, cuando señala que es necesario disminuir el poder económico del grupo Gaesa, porque Estados Unidos no va a financiar la inteligencia militar cubana. Ese grupo, que maneja un conjunto de empresas, está integrado por militares defensores del régimen castrista y tiene, al parecer, una influencia notoria, determinante y hegemónica en la economía nacional. Su presidente ejecutivo es el general de brigada Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, conocido por sus vinculaciones con el Comité Central del Partido Comunista cubano.
Al anunciar las medidas, Trump se refirió a la «opresión comunista», denunció las violaciones a los derechos humanos y formuló un conjunto de demandas al gobierno cubano, tales como poner fin al abuso hacia la disidencia, liberar a los presos políticos, legalizar todos los partidos políticos y celebrar elecciones supervisadas y libres. Al cumplirse estas condiciones, señaló su disposición a sentarse a negociar un mejor acuerdo con el gobierno de la isla.
De acuerdo con la información transmitida por la BBC, la respuesta del presidente Castro fue contundente: “Cualquier estrategia dirigida a cambiar el sistema político, económico y social en Cuba, ya sea la que pretenda lograrlo a través de presiones e imposiciones, o empleando métodos más sutiles, estará condenada al fracaso».
De más está decir, que el parecido con el caso venezolano es pura coincidencia.
Nota internacional
¿Se mantiene la integración?
Carlos Martínez Ceruzzi
El lunes 19 de junio, la reina Isabel II acudirá a la Cámara de los Comunes del Parlamento del Reino Unido, que fue instalado el 13 de los corrientes, para leer el programa oficial de la Legislatura del gobierno conservador de Theresa May, aliado a los unionistas norirlandeses.
El incremento de 30 escaños a favor del partido laborista de Jeremy Corbyn, junto al impacto del triunfo de Macron en Francia, y la preocupación por los recientes e imprevistos atentados terroristas en Londres, auguran la posibilidad de otra revisión constitucional del Brexit por parte de la Corte Suprema del Reino Unido. Sería conveniente para la seguridad regional europea, según la revalorización de la OTAN, anunciada por el propio Donald Trump.