De este a oeste, la gente persistió en el cierre de calles y avenidas en la ciudad capital. En algunas zonas fueron lanzadas bombas lacrimógenas, pero la gente se mantuvo en las calles
Para quienes decidieron salir a participar en el trancón de cuatro horas al que llamó la Mesa de la Unidad Democrática, la lluvia constante en la ciudad de Caracas no fue impedimento.
Casi que con precisión inglesa, a las 12 del mediodía inició el trancón en las principales calles del este de Caracas y fue a las cuatro, también en punto, que levantaron las barricadas para que el tránsito fluyera nuevamente.
Para culminar la actividad, en diversos puntos entonaron las notas del himno nacional.
En su mayoría, la gente cerró las calles cerca de sus hogares, pero también quienes estaban en su oficina hicieron lo propio.
Por ello, zonas comerciales como Las Mercedes y El Rosal estuvieron cerradas por gente vestida de traje y corbata.
En las zonas residenciales, los vecinos se valieron de barricadas, cintas de seguridad, escombros, basura y otras cosas para impedir que carros y motos pasaran. “Acá no pasa nadie”, era la constante.
La señora Lastenia Rodríguez estaba en la autopista Francisco Fajardo, a la altura de Santa Fe.
Señaló que solamente con la resistencia en la calle se puede lograr un cambio de gobierno. “Esta es una protesta pacífica y solo así podremos lograr un cambio”, dijo.
La lluvia fue constante este 28 de junio y ni eso obligó a que las personas se movieran de sus puntos de tranca. Algunos precavidos se resguardaron con paraguas y ponchos, mientras que otros buscaban cualquier lugar que les permitiera evadir el agua.
Adrián Hernández vive en La Carlota y aseguró que no tiene miedo de manifestar pese a la cercanía con la base aérea. “Antes no me sumaba a los trancones, pero poco a poco uno se va dando cuenta de las cosas y ahora eso me tiene motivado”, precisó.
No todos estuvieron de acuerdo con la medida de protesta. Un hombre que no quiso revelar su nombre quedó atrapado al mediodía entre la segunda y la tercera transversal de Altamira. Resignado y con cara de molestia se quejó de que “de lado y lado hay radicalismos que hacen daño. No me atrevo a decir nada acá porque son capaces de lincharme y quemarme el carro”, sentenció.
Jóvenes, personas de la tercera edad, hombres y mujeres participaron, pero en la Plaza La Castellana resaltaron unos chamos del Movimiento Estudiantil que coreaban “Quisiera tener, quisiera tener, un mejor futuro, pero para eso hay que cambiar a Maduro”.
La Guardia Nacional Bolivariana lanzó bombas lacrimógenas para dispesar a los manifestantes cerca del Centro Comercial Ciudad Tamanaco, en el Distribuidor que une Los Ruices con El Cafetal, cerca del Centro Comercial Sambil, en Bello Monte y la parte alta de Chacaíto.
(Con información de Rayner Peña/elpitazo.com)