Un tribunal peruano condenó a dos militares a 17 y 15 años de prisión por la desaparición, tortura y muerte de 18 campesinos, a quienes ejecutaron por «terroristas» en 1990 en el marco de la guerra contra el grupo maoísta Sendero Luminoso.
La mayor sanción recayó sobre el teniente del ejército Alan Olivari, jefe de la patrulla militar que ingresó hace 27 años a la comunidad campesina de Chumbivilcas, en la región surandina de Cusco, buscando a miembros de la guerrilla, informó el jueves el diario limeño La República.
La Sala Penal Nacional sentenció con 15 años al capitán Jaime Pando, jefe de la base contrasubversiva de Antabamba, desde donde salió la patrulla. Los seis soldados que integraron esa unidad recibieron penas de entre ocho y diez años de prisión. AFP