El presidente republicano será objeto de presiones para mantener un escenario de comercio internacional abierto, favorable para el crecimiento de la economía mundial
Además de ser el origen del nombre de la famosa hamburguesa, la ciudad alemana de Hamburgo, segundo puerto más importante del continente europeo, será la sede de la Cumbre de Jefes de Estado del G-20, el grupo de las economías más desarrolladas, y que sirve de foro para la discusión de las principales políticas económicas, sociales, laborales, ambientales y desarrollo que se llevan a cabo a lo largo del mundo.
La reunión de este año se llevará durante este fin de semana y tiene como telón de fondo un escenario político distinto al de años anteriores. El G-20 ha venido ininterrumpidamente reuniéndose desde el año 2008 como foro de discusión, con la preocupación fundamental de reimpulsar el crecimiento de la economía mundial, a partir de la crisis financiera de ese mismo año.
El tema económico y la coordinación de políticas estructurales ha sido el tema central desde entonces.
Pero en esta ocasión, a pesar de que el crecimiento mundial todavía no logra la fortaleza y sostenibilidad de décadas anteriores, la preocupación estará enfocada en las nuevas acciones de política exterior que suponen dos eventos importantes del escenario mundial.
En primer lugar, el nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, llega por primera vez a este foro de coordinación de acciones, con una agenda propia en los distintos tópicos a tratar.
El presidente republicano será objeto de presiones para, entre otros temas, mantener un escenario de comercio internacional abierto, favorable para el crecimiento de la economía mundial, así como el respeto de los compromisos alcanzados en la Cumbre de la Tierra de París (a la que EE.UU. renunció), y todo lo relativo a la sostenibilidad del medio ambiente, ambos temas controversiales durante sus primeros meses de gobierno.
Un segundo escenario será el conocido Brexit, proceso de separación del Reino Unido de la Unión Europea, y el reto que plantea para los países miembros de este bloque de integración para la estabilidad económica e institucional del viejo continente.
La figura de Ángela Merkel será la más destacada de la presente reunión, más allá de su rol protagónico como anfitriona de la Cumbre, ya que es la encargada, junto al nuevo presidente francés, Emmanuelle Macron, de liderar el reimpulso de la economía europea ante la salida de los británicos y ante las incertidumbres que genera la nueva política exterior estadounidense.
Esperemos que lo acordado en esta cumbre permita generar estabilidad en el crecimiento de todos, y que la situación venezolana sea tomada en consideración de los líderes mundiales.
Luis Angarita
Profesor de la Escuela de Estudios Internacionales. FACES-UCV