En el marco de la marcha convocada por la oposición para este jueves, efectivos de la Policía Nacional Bolivariana lanzaron más de 40 bombas lacrimógenas hacia las instalaciones del centro comercial y rompieron numerosos vidrios. También entraron y reprimieron a visitantes del lugar
El Centro Comercial Sambil de Caracas debió ser desalojado este jueves después de que policías ingresaran en persecución de manifestantes opositores y lanzaran bombas lacrimógenas, informaron testigos.
Un total de 45 personas, incluidos 17 niños, recibieron atención médica de emergencia, señaló Ramón Muchacho, alcalde del municipio capitalino de Chacao.
La marcha convocada por la oposición, hacia el Tribunal Supremo de Justicia, fue nuevamente truncada por las fuerzas de seguridad del Estado, por lo que se transformó en un trancazo.
Según reportaron los presentes, la Policía Nacional Bolivariana lanzó cerca de 40 lacrimógenas en contra del Sambil y posteriormente entraron a sus instalaciones para reprimir a los manifestantes que huyeron hacia su interior.
Niños y mujeres fueron los más afectados por la acción de los PNB. Los llamados Jóvenes de la Resistencia asistieron a las personas que se encontraban afectadas por los gases.
A las dos de la tarde el sol ardía sobre Caracas después de un día que comenzó con lluvia. En distintos puntos de la ciudad, los manifestantes se concentraron para marchar hacia el Tribunal Supremo de Justicia y salieron encontrándose en la avenida Francisco de Miranda hacia un nuevo intento de llegar al centro de la ciudad capital tras 97 días de protestas.
Marcharon hasta Chacao por la principal avenida del este de la ciudad, y allí decidieron desembocar hacia la autopista Francisco Fajardo bajando por el distribuidor El Ciempiés. No habían terminado de bajar cuando unos funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que esperaban a los marchistas dispararon la primera bomba.
La detonación causó confusión: casi nadie logró ver de dónde salió disparada, ni se vio claramente donde cayó, porque que no había dejado el rastro de gas acostumbrado y que tardó unos segundos en empezar a soltar el polvillo lacrimógeno.
Desde la parte más alta del distribuidor se asomaron algunos funcionarios, y desde allí continuaron las detonaciones.
Solo a partir de la segunda bomba fue que los manifestantes, confundidos, lograron verlos. Pero después de hacerlo tampoco supieron qué hacer: algunos avanzaron, otros retrocedieron y otros simplemente se quedaron de pie mientras las detonaciones se fueron haciendo más y más constantes.
Finalmente, la multitud retrocedió, pero no por completo. La guardia después se cuadró en una mejor posición y siguió disparando bombas mientras esperaban a los refuerzos, que pronto llegaron.
Asfixiados, gritos, botellas que volaban con la mecha encendida, y las bombas que caían entre el bululú de voluntades, indecisas entre retroceder o avanzar. Terminaron retrocediendo, porque unidades motorizadas de la GNB los obligó al avanzar disparando bombas y perdigones a quienes encontraban a su paso.
Corrieron, se dispersaron, saltaron barricadas y algunos cayeron. Desde las motos los funcionarios los halaban hacia el piso.
A algunos los arrinconaron, los revisaron y los dejaron ir. Los robaron, declararon luego. Y al que reclamaba, le lanzaban una bomba lacrimógena al lado para ahogar sus quejas.
Del distribuidor pasaron al trancazo. Desde Chacaíto a Los Cortijos empezaron a amontonarse las personas en distintas calles para impedir el paso de carros y motos. “No hay paso porque no nos dejan marchar”, le explicó una manifestante a un motorizado.
Pero ni una palabra se pudo mediar con la manada de motorizados de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) que transitó la Francisco de Miranda disparando bombas a todos lados y que hasta llegó a meterse en el centro comercial Sambil aplicando la misma técnica.
Pese a la insistencia de la PNB, los manifestantes se plantaron a trancar las calles, y al final de la tarde, cuando el presidente Nicolás Maduro hablaba en cadena nacional sobre la paz y la constituyente, cientos de personas seguían paradas en las calles de Caracas protestando, sin ser escuchadas ni atendidas por el Gobierno Nacional.
Más de 100 heridos
Al menos 116 heridos y numerosos detenidos dejaron los enfrentamientos de este jueves entre manifestantes opositores al gobierno del presidente Nicolás Maduro y efectivos de los cuerpos de seguridad del Estado.
Según informó el director de Salud Baruta, Enrique Montbrun a periodistas, en ese centro de salud fueron atendidas al menos 71 personas, entre ellas, 28 con heridas por perdigones, dos por metras y cuatro por objetos que produjeron heridas irregulares.
Entre tanto, paramédicos de Cruz Verde y de Salud Chacao, brindaron primeros auxilios a los afectados por gases lacrimógenos que fueron lanzados por uniformados en los centros comerciales Sambil y Paseo Las Mercedes.