WASHINGTON DC. «Hasta que no vea su cuerpo voy a asumir que él está vivo», expresó el secretario de Defensa de los Estados Unidos, James Mattis, con respecto a la posibilidad de que el líder del grupo terrorista Estado Islámico, Abu Bakr al Bagdadi, no haya muerto.
A pesar de que el máximo dirigente del grupo islamista ha sido dado por muerto en múltiples ocasiones, la última por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, el alto funcionario estadounidense hizo públicas sus dudas sobre la credibilidad del suceso.
De hecho, Mattis indicó que el Gobierno estadounidense no tiene pruebas de la muerte de Al Bagdadi.
El Observatorio Sirio explicó que la información que tiene sobre la muerte de Al Bagdadi corresponde a datos suministrados por «cabecillas de primera y segunda fila de Estado Islámico», pero no asegura poseer pruebas del hecho.
Asimismo, la organización no gubernamental con sede en Londres (Reino Unido) no explicó la forma como murió el líder de EI, por lo que sólo apuntaron a que el deceso ocurrió en un pueblo al este de Deir al Zur.