El paro cívico nacional con trancazo que convocó el jueves la oposición venezolana terminó en sangre cuando funcionarios del Conas (Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro) de la Guardia Nacional Bolivariana presuntamente arremetieron contra las urbanizaciones y residencias de Palo Verde y José Felix Ribas, según afirman vecinos y comerciantes de las zonas.
Dieciséis heridos reportaron los vecinos de estas comunidades: diez de ellos por arma de fuego, cuatro por bombas o perdigones y dos menores de edad arrastrados por la ballena. Todas estas personas fueron atendidas por brigadas de salud organizadas por los propios vecinos y por enfermeras de la localidad, pues “nos dijeron que si los llevábamos a centros de salud y sabían que hanían estado protestando los dejaban morir”, relató una de las manifestantes.
Otto Durán, habitante de uno de los 320 apartamentos de los 11 bloques que componen la urbanización Leoncio Martínez, en el sector Las Vegas de Petare, relató que “a la fuerza, los funcionarios entraron a la residencia, derrumbando las rejas de la entrada con las tanquetas; destrozaron los carros, los bombillos y las cámaras de seguridad. Además de eso nos cayeron a tiros”.
En el urbanismo son evidentes los destrozos. Todos los bombillos de las áreas comunes fueron quebrados; dos de las rejas principales están en el suelo, pues fueron derribadas por las tanquetas. Las marcas de los impactos de bala y perdigones están en las paredes, puertas, carros y ventanas de la parte delantera de la urbanización.
“Era la Guardia la que lanzaba plomo”, comentó Janeth Borges, otra de las habitantes del sector, quien relató que los vecinos de Palo Verde, José Félix y zonas cercanas se unieron desde tempranas horas de la mañana para trancar la avenida principal de Palo Verde y sumarse al paro nacional, pero “a las cuatro y media de la tarde comenzaron a llegar las tanquetas y se apostaron debajo del Elevado de Petare”.
Los vecinos de Leoncio Martínez tildaron de “brutal” la represión ejecutada por la Guardia Nacional Bolivariana y aseguraron que fueron atacados con perdigones de plástico y metal, balines de plomo, gas picante, morteros y balas.
Dos de los manifestantes, menores de edad, aseguran haber sido arrastrados por la ballena de la GNB y mostraron sus heridas. Aseguran que una vez se refugiaron en sus casas fueron perseguidos por los funcionarios, que se subieron a una de las azoteas de la urbanización para disparar contra las viviendas.
“Yo tengo miedo, porque la Guardia marca a la gente que protesta y después van a querer venir contra nosotros”, dijo otra de las residentes de Leoncio Martínez.
Más adentro, hacia las zonas 1, 2, 3, 4 y 5 de José Félix Ribas, todos los relatos de los vecinos incluyen ataques con armas de fuego. Una de las habitantes de la Zona 1 contó las horas de terror que vivió cuando un gran grupo de motorizados pasó disparando por toda la avenida principal. Otros que hacen vida en la zona aseguraron que se trataba de sujetos “encapuchados con placas del Conas”.
En el barrio dan cuenta de seis heridos de bala, cuatro de ellos atendidos por la propia comunidad, uno con perforación en el cuello, que fue referido a Salud Chacao, y otro con un disparo a la altura del ojo, que reportan estaba en condición crítica, pues relatan que “trataron de sacarlo por la Zona 10 para que fuera atendido y la Guardia los interceptó en la autopista y lo dejó allí tirado”.
Uno de los heridos, que no quiso dar su nombre, relató al portal El Pitazo que fue alcanzado en la pierna por un impacto de bala cuando se disponía a llegar a su vivienda en la Zona 2. “Fue a las 9 de la noche. La Guardia Nacional estaba disparando a quienes pasábamos por la plaza del Metro, Allí también estaban las tanquetas”, contó.
En Palo Verde
Los vecinos de Palo Verde no tuvieron mejor suerte. Las siete barricadas que instalaron a lo largo de la avenida principal no fueron suficientes, pues las tanquetas de la GNB las atravesaron y arremetieron contra los edificios Chama, El Caura e Italia, donde se pueden ver impactos en las puertas, vidrios rotos y todas las lámparas de las entradas completamente destruidas por impactos de FAL.
Ánthony Vargas, habitante de esta comunidad, informó que quienes resultaron heridos fueron atendidos por brigadas de salud en el Polideportivo La Dolorita. “Pasaron motos disparando; los vecinos en contra de la protesta nos tiraban botellas… Si decimos que lanzaron diez lacrimógenas exageramos, porque eso fue puro plomo”, relató el joven, que aseguró que la represión se extendió hasta las 12 de la noche.
(Con información de Génesis Carrero Soto/elpitazo.com)