Artistas sobre el asfalto
Mujeres y hombres de la televisión, el cine y la radio venezolana se han lanzado a las calles a protestar por la situación que vive el país
Los artistas que han salido a la calle junto a jóvenes, mujeres, niños y ancianos, son distintos y viven la situación diferente a sus contrapartes chavistas, quienes con lujos, escoltas y hasta aviones privados, defienden el llamado “socialismo” desde el aire acondicionado, mientras que Amanda Gutiérrez, Kiara, Francisco León, Luis Olavarrieta, Rebeca Costoya, Norkys Batista, Belén Marrero, Hilda Abrahamz, Dayra Lambis, Isaac Desiderio, Liliana Rodríguez Morillo, Daniela Alvarado, Caterina Valentino, Wuilly Arteaga, Mariela Celis, Lilibeth Morillo, Mariam Habach, Keysi Sayago, “Coquito” y un largo etcétera, lo hacen y lo vienen haciendo en el asfalto, recibiendo bombas lacrimógenas y represión.
Venezuela vive uno de los momentos más difíciles y álgidos de su historia. La nada virtual crisis que atraviesa el país se ve reflejada en cada rincón de nuestra geografía y aunado a ello, la división, odio e intolerancia ha polarizado y agravado más la difícil situación que atravesamos, pero un despertar de conciencias y un grito de libertad tiene más de 100 días en la calle clamando por una mejor calidad de vida.
Nuestros jóvenes han sido los protagonistas de este histórico momento. Muchos de ellos han sido reprimidos, otros están presos y varios de ellos fueron vilmente asesinados por un régimen que se autocalifica de “humanista y socialista”, pero junto a esa histórica y libertadora generación que nació bajo esta llamada “revolución” y que no ha conocido otro sistema de gobierno, han estado un nutrido grupo de figuras de nuestra televisión, quienes mucho más allá de la frivolidad o la banalidad de la cual se les acusa o tilda, han salido al asfalto y han dejado clara evidencia del compromiso ciudadano e histórico que tienen con la patria.
El Socialismo del siglo XXI
Cuando vivíamos en democracia, los artistas eran eso, artistas y más allá de ser hacedores de sueños, uno que otro coqueteó con la política y en campañas electorales brindaron su imagen y apoyo a los candidatos presidenciales que optaban por llevar las riendas del país.
Era otra Venezuela, pujante, próspera, aunque con problemas y casos de corrupción que sería irresponsable omitir, pero nunca en el alarmante y descarado porcentaje que tenemos actualmente, ya que este llamado Socialismo del siglo XXI nos ha llevado a la miseria absoluta y nos ha arrebatado lo que éramos y debemos recuperar, porque trabajar para sobrevivir, no es, ni debe seguir siendo aceptado.
Anteriormente no había esta escasez de alimentos, ni mucho menos de medicamentos, ni la inseguridad era tan alarmante y no porque hayamos sido menor población, como inauditamente salieron personaros de este régimen a colocar de excusa para tapar su total ineptitud e ingobernabilidad.
Y ni hablar del sector salud y de infraestructura, donde en más de 18 años de socialismo no hemos tenido una construcción que valga la pena resaltar o de la cual sentirnos orgullosos, ya que las edificaciones que han realizado se alejan mucho de lo antes expuesto.
Es todo tan paupérrimo, tan barato y de tan bajo presupuesto, porque la mayor parte de las divisas de este golpeado y violado país están en sus respectivas cuentas bancarias.
El despertar del venezolano
Por esto y mucho más factores el pueblo despertó de esta oferta engañosa, de ese fraude que resultó esta revolución, que ha sido más bien un retroceso tan lamentable y cruel, que el desabastecimiento en todas las áreas se evidencia y no se puede tapar, porque nada funciona y nada tenemos…
El futuro parece una quimera y el pasado es tan añorado por quienes tuvimos la dicha de vivirlo, que el hecho de exigirlo nos hace «terroristas” y delincuentes.
Hoy la juventud ha sido la protagonista de un grito desesperado de libertad, tan hermoso como cruel, porque por exigir una mejor patria, han sido brutalmente reprimidos, asesinados y masacrados por un régimen que pretende atornillarse en el poder y seguir robando y matando nuestro futuro en nombre de una «revolución» acusada de narcotráfico y de corrupción, pero que amparada en la figura de un difunto pretende seguir empobreciéndonos y obligándonos a vivir de esta forma tan miserable.
Artistas en la calle…
Los artistas que han salido a la calle junto a jóvenes, mujeres, niños y ancianos, son distintos y viven diferente a los artistas chavistas, quienes con lujos, escoltas y hasta aviones privados, defienden este llamado socialismo desde el aire acondicionado.
Esa es la diferencia del socialismo y de la democracia que hoy luchamos y defendemos en la calle, cada quien de forma distinta, porque unos lo hacen por la defensa de sus propios intereses y status y otros por la libertad y los derechos que tenemos todos los venezolanos de vivir y tener un país mejor.
Quien tenga ojos que vea y quien tenga corazón que se coloque la mano en él y vea cuál es el camino correcto que se transita y se lucha sin miedo, a brazo partido por nuestro futuro, por nuestra vida, por nuestra seguridad, progreso y por nuestra amada y hoy empobrecida y ensangrentada Venezuela.