La hija del excalcalde de Caracas Antonio Ledezma, quien fue llevado a prisión en la madrugada del martes por hacer proselitismo durante su arresto domiciliario, dijo en Miami que su padre desafió la autoridad porque Venezuela está «en guerra».
«Venezuela está en guerra; esto es una guerra», dijo Daniela Schadendorf a la AFP. «La coyuntura ameritaba que (Ledezma) se pronunciara y que desafiara a la autoridad, porque estamos en desobediencia civil».
Ledezma, de 62 años, había sido detenido y encarcelado en febrero de 2015 por conspiración y asociación para delinquir y fue enviado a prisión domiciliaria dos meses después.
En la madrugada del martes, la policía política también arrestó a Leopoldo López, de 46 años, quien estuvo en prisión desde 2014 cumpliendo una pena de casi 14 años, pero había sido excarcelado el 8 de julio y puesto también bajo arresto domiciliario.
Según la Justicia venezolana, ambos incumplieron las condiciones de su prisión domiciliaria al hacer «proselitismo».
Los dos habían publicado videos en los que llamaron a no votar en la elección de la Constituyente convocada por el gobierno de Nicolás Maduro el domingo pasado y a mantener las protestas, que han dejado 125 muertos en cuatro meses.
En su video, Ledezma pidió resistir al «régimen totalitario» y denunció casos de corrupción.
«Ya era hora que Ledezma hablase, porque los jóvenes que están peleando en la calle no son los únicos que tienen la responsabilidad de luchar por la libertad», dijo la hija, una periodista de 47 años. «Tenemos que sublevarnos», advirtió.
Daniela Schadendorf detalló que, si bien se ha informado que Ledezma está en la prisión militar de Ramo Verde, la familia no ha podido confirmar esta información.
«Hasta que no lo veamos y no constatemos que su estado de salud es igual al que tenía cuando salió de la casa, que no fue golpeado y no fue humillado, no estaremos tranquilos», añadió.
El domingo pasado el gobierno organizó la elección de los miembros de una Asamblea Constituyente que reescribirá la Carta Magna. El chavismo afirmó haber obtenido más de ocho millones de firmas, pero según la oposición esta cifra es falsa y el proceso fue un «fraude» orquestado por Maduro para perpetuarse en el poder.