Vecinos de la parte alta de la comunidad indicaron, de manera extraoficial, que luego de reunirse con figuras del Gobierno, los delincuentes se encargarán de repartir las bolsas del Clap y “no se las darán a los chismosos”
En la Cota 905 comenzó a suceder lo que los habitantes temían: el hampa tomó el control del barrio, después de que, presuntamente, se acordara la “paz” entre figuras del Gobierno y delincuentes de la zona.
Los líderes de las bandas de los sectores vecinos Las Quintas, en la Cota 905, y El Zanjón, en El Cementerio, se reunieron el pasado miércoles 30 de agosto e impusieron un “toque de queda”.
Según comentaron los afectados -sin revelar sus nombres por miedo a represalias por parte de los antisociales- después de las 7:00 pm es preferible que no lleguen ni salgan de sus casas. También está prohibido que extraños visiten el barrio solos.
«Si alguien va a recibir visita debe bajar a buscarlo y subir con él por su seguridad. Eso es lo que se rueda en el barrio, después de que ‘ellos’ (para referirse a los delincuentes) se reunieran esta semana”, dijo un habitante en un despacho publicado por el portal elpitazo.com.
Luego de la reunión del pasado sábado 26 de agosto ya no se han registrado más operativos policiales en la zona y fuentes policiales aseguraron -de manera extraoficial- que la carpa de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que se mantiene en Las Quintas tiene órdenes de retirarse.
Las conversaciones se llevaron a cabo en la cancha deportiva de Las Quintas, entre habitantes y figuras del Gobierno.
“En esa reunión supuestamente estuvieron ‘el Coqui’ y los miembros de su banda”, dijo un vecino.
De acuerdo con una publicación en el diario Ciudad Caracas, la reunión fue para lograr mecanismos de paz con la Comisión de la Verdad, Justicia y Paz, y vecinos, así como cuidar las extralimitaciones de los operativos.
El acuerdo entre bandas y el Gobierno no está “escrito”, pero para funcionarios y vecinos es un secreto a voces
Sin embargo, la información que corre entre policías y vecinos es que no subirán más funcionarios a la Cota 905 a cambio de que ellos cesen su actividad delictiva, esto es, que no lleven a esa zona a las víctimas de secuestro o vehículos robados y no ocurra venta de drogas.
Funcionarios comentaron extraoficialmente que no han sido informados oficialmente que no pueden realizar más operativos en la Cota, pero tampoco han recibido informaciones de esa zona, como sucedía antes.
Esta noticia devolvió el temor con el que vivían los habitantes antes de que iniciara la Operación de Liberación del Pueblo (OLP), en julio de 2015, pues aunque no disminuyeron los delitos, las bandas estaban un poco más calmadas por los constantes operativos.
Los vecinos evitan conversar con periodistas e incluso atender una llamada dentro de su casa, por miedo a que los hampones los expulsen del barrio o, mucho peor, les quiten la vida.
Antecedentes criminales
Así le ocurrió a Carmen Briceño Albornoz, de 42 años, quien fue torturada, mutilada y asesinada en el sector La Rampa, el pasado 13 de julio. Cinco sujetos encapuchados ingresaron a su vivienda, la sacaron junto con dos de sus hijas, de 14 y 5 años, y la golpearon frente a ellas.
Posteriormente, la alejaron de las menores, le cortaron los dedos y le sacaron los ojos. Allegados contaron que la atacaron con machetes y cuchillos, y le colocaron un papel que decía: “por sapa”.
Según vecinos, los delincuentes dijeron que ella pasaba información a la policía para que subiera al barrio, pero las autoridades manejan venganza entre bandas por tráfico de drogas.
“Nosotros estamos desprotegidos aquí arriba, no hay nadie que nos defienda, estamos a merced del hampa. Los vecinos estamos muy asustados, no podemos decir nada porque nos da miedo que nos maten”.
Delincuentes con poder del Clap
Otro de los rumores que atormenta a los habitantes del sector luego de la conversación de “paz” entre el Gobierno y líderes de las bandas, es la supuesta expulsión del barrio de cinco habitantes por “sapos”.
Aseguraron que en la reunión interna que tuvieron bandas de Las Quintas y El Zanjón con miembros de los consejos comunales, decidieron que ellos se encargarán de repartir las bolsas de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) y se las negarán a “los chismosos”.
“Ahora en manos de quién quedamos, no podemos denunciar porque seremos chismosos y nos pueden matar o expulsar del barrio, no sabemos a quién recurrir. Las cosas en el barrio se pusieron peor que nunca, se supone que confiábamos en el Gobierno pero ahora ellos le dan poder a los delincuentes”.
(Información de Yohana Marra/elpitazo.com)