Caracas, (Especial/AA). El cadáver del comerciante Julio César Carrillo Pacheco (65) fue localizado en su vivienda ubicada en el sector La Haciendita, en Boquerón, Las Brisas de Pro Patria, parroquia Sucre y presumen que el móvil del crimen fue el robo.
Carrillo era oriundo de Barranquilla, Colombia, tenía más de 50 años radicado en Venezuela y dejó seis hijos.
Una vecina con quien Carrillo sostuvo una relación sentimental hasta hace 7 meses decidió llamar a la familia del comerciante, porque tenía varios días sin verlo, mientras la ventana de su casa permanecía abierta y encendidos las luces y el televisor.
El domingo a las 9 de la noche un sobrino abrió la puerta y lo encontró sin vida, en su cuarto, vistiendo pijamas, con el control remoto del televisor en el bolsillo. Presentó una lesión en la cabeza, a la altura de la sien.
Aunque aparentemente no faltaban artefactos electrodomésticos, obras de arte u otros objetos de valor, había desorden y presumen que el móvil del crimen fue el robo, porque Carrillo solía guardar oro y dólares. Desde que llegó al país se dedicó al comercio y tenía varias unidades de transporte público para cubrir rutas troncales.
No descartan que los asesinos sean del mismo barrio ó hayan contado con información interna, porque aprovecharon que la hija de 10 años del comerciante se encontraba de vacaciones en Colombia, visitando a su abuela.
Los demás hijos viven en el exterior y este lunes su sobrina Leidy Hernández estaba en la morgue realizando los trámites para retirar el cadáver.
La cerradura de la puerta de entrada no estaba forzada. Hace varios días se le extraviaron unas llaves pero el comerciante no le prestó importancia ni cambió la cerradura.
En su comunidad lo vieron por última vez el viernes, cuando fue al velorio de un vecino y les dio el pésame a los familiares. La señora que limpiaba en su casa, también hizo el aseo ese viernes durante el día.
Carrillo enviudó hace 10 años y desde entonces vivía solo.
En vista de que el comerciante recibió una herida con un objeto contundente, los investigadores del Cicpc se llevaron una pieza de cristal para examinarla y establecer si fue con ella que lo golpearon.