Las lluvias del pasado fin de semana dejaron incomunicadas a 15 familias del callejón San Pedro de Ruperto Lugo al final de Altavista, en Catia.
Desde hace 10 años, los habitantes están denunciando que pierden terreno incluso con la caída de una garúa.
El último episodio grave fue hace seis años, cuando el derrumbe de un terraplén se llevó por delante varias casas -algunas de ellas con más de dos pisos- y las que resistieron el embate resultaron severamente afectadas en sus bases. Además, quedaron sin calle y sin servicios.
La única oferta del Gobierno en ese entonces fue llevarlos a un refugio. Como no se fueron tuvieron que rellenar por su cuenta el único paso peatonal y hacer una especie de puente colgante. Con el aguacero de este domingo ese camino terminó cayéndose.
Mariángela González, vecina del sector, dijo que son casas de más de 20 años de construcción, pero que debido a una falla activa las estructuras se han vuelto vulnerables con el paso del tiempo.
Denunció que en estos momentos hay 10 familias a punto de quedar damnificadas, pues los organismos municipales de atención de riesgo, como Protección Civil y los bomberos, han hecho caso omiso a las alertas de los vecinos.
(Información de Mabel Sarmiento/cronica.uno.com)