A golpe de porras y pelotas de goma, la policía española intervino este domingo en Cataluña para impedir el referéndum sobre la independencia, dejando casi un centenar de heridos en cargas contra los manifestantes que querían defender esta consulta prohibida por la justicia.
Desde primera hora de la mañana, policías y guardias civiles irrumpieron en distintos centros de votación en Cataluña, en ocasiones forzando puertas a golpes, para incautar papeletas y urnas e impedir así la celebración física de la consulta.
Ante las críticas de represión de los líderes independentistas, el jefe de gobierno español Mariano Rajoy afirmó que las fuerzas de seguridad «han cumplido con su obligación y con el mandato que tenían de la justicia». «Hoy no ha habido un referéndum de autodeterminación en Cataluña», celebró.
Los agentes tenían orden de cerrar los 2.315 puntos de votación previstos, y al intervenir, no dudaron en cargar contra aquellos que opusieron resistencia, echando mano de porras, empujones y pelotas de goma, según varios testigos interrogados por la AFP.
Frente a ellos encontraron a cientos de personas concentradas desde antes del amanecer para proteger la votación.
Los servicios regionales de salud atendieron a 844 personas, entre las cuales había 92 heridos graves y menos graves. Uno de ellos fue alcanzado por una pelota de goma en un ojo y otro sufrió un infarto durante una incursión policial, señaló un portavoz regional de Salud.
El ministerio del Interior informó por su lado de 33 agentes atendidos médicamente.
“Ganamos el derecho e tener un Estado”…
El presidente regional de Cataluña, Carles Puigdemont, afirmó este domingo que los catalanes se han «ganado el derecho a tener un Estado independiente» de España, tras el referendo de autodeterminación que trataron de celebrar pese a las operaciones policiales para impedirlo.
«Con esta jornada de esperanza y también de sufrimiento, los ciudadanos de Cataluña nos hemos ganado el derecho a tener un Estado independiente que se constituya en forma de república», afirmó en una comparecencia solemne.
Puigdemont hizo estas declaraciones en un mensaje de video grabado junto a todo su gobierno, en el que celebró la movilización de multitud de catalanes en esta votación prohibida por la justicia y lamentó la actuación de la Policía Nacional y la Guardia Civil españolas.
Cruce de acusaciones
El presidente de Cataluña, el independentista Carles Puigdemont, denunció enérgicamente las actuaciones policiales, arremetiendo contra «el uso injustificado, irracional e irresponsable de la violencia por parte del Estado español».
El propio Puigdemont no pudo votar en el polideportivo donde estaba previsto, ya que la Guardia Civil 0entró en él por la fuerza para incautar el material electoral, ante las imprecaciones de decenas de personas.
El dirigente votó en otro colegio, gracias a que a última hora el gobierno catalán instauró un censo único, por el que los 5,3 millones de catalanes convocados pueden votar en cualquier centro abierto.
La vicepresidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, cargó sin paliativos contra él, y acusó a su equipo de actuar «con una absoluta irresponsabilidad». «Continuar esta farsa no tiene ningún sentido», añadió.
Huelga General para este martes
Grandes sindicatos y organizaciones sociales llamaron a celebrar una huelga general en Cataluña el martes, a raíz de la actuación policial para impedir la celebración de un referéndum de independencia prohibido por la justicia, este domingo en un comunicado conjunto.
«Condenamos enérgicamente la violencia ejercida por parte de las fuerzas de seguridad del Estado para intentar impedir el referéndum del 1 de octubre», afirmó el comunicado de una plataforma que reúne a 44 organizaciones, entre ellas los dos grandes sindicatos Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO). AFP
Años de tensión
El referéndum, cuya pregunta es «¿Quiere que Cataluña sea un Estado independiente en forma de República?», culmina años de creciente tensión entre Madrid y el gobierno de esta región con lengua propia, que cuenta con 7,5 millones de habitantes y representa el 19% del PIB español.
Aunque divididos sobre la cuestión de la secesión, más del 80% de los catalanes reclama esta consulta, rechazada por el gobierno español de Mariano Rajoy, que la considera anticonstitucional.
Desde su convocatoria a principios de septiembre, rápidamente suspendida por el Tribunal Constitucional, la justicia y el gobierno españoles emplearon todos sus recursos para impedirla, incluyendo el envío de 10.000 refuerzos policiales, sin conseguir laminar la determinación de Puigdemont.
AFP