Es posible que la mayoría de los lectores respondan afirmativamente a esta pregunta, sin embargo el conocer a Jesucristo va más allá de haber oído hablar de Él; es tener una comunión íntima con el Hijo de Dios y eso solo se logra, cuando Él ocupa el primer lugar en nuestra vida y se convierte en nuestro Señor y Salvador personal.
“Si alguien ha de gloriarse, que se gloríe de conocerme y de comprender que yo soy el Señor, que actúo en la tierra con amor, con derecho y justicia, pues es lo que a mí me agrada, dice el Señor”, Jeremías 9:24.
“Conozcamos al Señor, vayamos tras su conocimiento”, Oseas 6:3. “Yo soy el Buen Pastor y conozco mis ovejas y las mías me conocen”, Juan 10:14.
La humanidad trata por diferentes medios de llegar al Padre y acude a sacrificios, adoración de imágenes humanas, de animales o cosas, así como a practicar ritos y tradiciones que han sido impuestas por el hombre; pero que son engañosas, ya que no tienen ningún poder para perdonar ni dar salvación.
Jesucristo nos enseñó cual es el único medio aceptado por el Padre para llegar a Él y así lo podemos leer en las Santas Escrituras.
“Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie llega al Padre sino por mí”, Juan 14:6, “Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en que podamos ser salvos”, Hechos 4:12.
“Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo”, 1 Tesalonicenses 5:9.
“Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”, 1 Timoteo 2:5.
El cristianismo no es una religión, es entregar nuestra vida a Jesucristo y recibirlo como Señor y Salvador personal.
Dios te bendiga y te guarde. Hasta el próximo encuentro con La Palabra de Dios. Lic. Beatriz Martínez (CNP 988) beaperiodista@hotmail.com