Los venezolanos han votado este domingo a un ritmo lento y sin grandes colas durante los comicios para elegir a los gobernadores de 23 estados del país, en una jornada marcada por retrasos en la apertura de las mesas, reseñó EFE.
La oposición denunció numerosas irregularidades por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) a lo largo de la campaña que se cerró el jueves, que, a su juicio, buscan desmovilizar a sus votantes y restar votos a los opositores.
Luis Emilio Rondón, el único de los cinco rectores del CNE no alineado con el oficialismo, dijo haber recibido durante la mañana de este domingo quejas de retrasos en la instalación de las mesas o en la llegada a las mismas de quienes deben ocuparse de ellas, además de problemas “tecnológicos con las máquinas de votación”.
Según Carlos Ocariz, candidato opositor a la gobernación del estado de Miranda -que engloba parte de Caracas-, tres horas después de la hora fijada para la apertura de los centros (6.00 hora local -10.00 GMT-), solo un 44 % de las mesas habían sido instaladas en el municipio capitalino de Chacao, un bastión tradicional de la oposición.
Ocariz explicó que una situación similar se producía hasta ese momento en el municipio vecino de Sucre -también en Miranda y parte de Caracas-.
La alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha denunciado que estos retrasos se debieron a la ausencia de personal del CNE.
“Hacemos el llamado para que se cumpla la ley en todos lados, que se abran todos los centros y la gente vote”, dijo tras ejercer su derecho al voto el presidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), el opositor Julio Borges.
Según datos del CNE, estos problemas se habían resuelto en casi todos los colegios electorales del país seis horas después de la apertura de los colegios, donde estaban funcionando en ese momento más de 98 % de las mesas.
El rector Rondón adelantó que los centros (que está previsto que cierren a las 18.00 hora local -22.00 GMT-) extenderán su horario en caso de que queden votantes sin haber podido sufragar.
A estas complicaciones se suma la confusión provocada por la reubicación a menos de 72 horas de los comicios de más de 250 centros electorales, una medida que afecta a alrededor de medio millón de personas, residentes en su mayoría en feudos tradicionales de la oposición, según ha denunciado la MUD.
La coalición opositora rechazó esa medida que, a su juicio, pretende desmovilizar a su electorado y favorecer así al oficialismo.
Para evitar que eso ocurra, la MUD desplegó voluntarios en los centros de votación cerrados, frente a los que ha dispuesto autobuses para trasladar a los electores a los colegios habilitados a última hora por el CNE.
Periodistas locales y algunos vecinos entrevistados por Efe han denunciado la presencia de “colectivos” (grupos de civiles afectos al chavismo, a veces armados) que se desplazaban en motocicletas y gritaban consignas a favor del Gobierno.
La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, dijo en una rueda de prensa televisada que todo transcurre con normalidad y garantizó que el proceso será justo y transparente, pese a las sospechas que pesan sobre el organismo, acusado de haber manipulado los resultados en los últimos comicios que organizó.
Entretanto, el primer vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, reiteró que los que resulten ganadores en esta contienda deben ser juramentados ante la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC) para poder asumir el cargo.
La MUD ha dicho que no jurará ante esta figura que no reconoce por considerar que fue convocada y electa de forma fraudulenta.