Con una orden de libertad plena en sus manos y con el fin de limpiar su imagen y el nombre de su esposa; el detective jefe del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de los Valles del Tuy, Albi Eligio Méndez Márquez, señalado de su participación en un doble homicidio en Cúa, acudió a nuestra sala de redacción, para ejercer su derecho a réplica.
Como se recordará, en horas de la noche del pasado viernes 17 de agosto un pistolero, quien descendió desde un vehículo, disparó en contra de Jairo Enrique Viloria Amoa (47) y su amigo Gustavo José Martínez Rodríguez (38), cando estaban en el estacionamiento del centro comercial El Colonial de la urbanización Santa Rosa de Cúa; lugar al que habían ido a una discoteca.
En su oportunidad, el director de Poliurdaneta, Osman Perdomo, informó que Méndez Márquez había sido arrestado por su participación en el referido suceso, ya que su esposa mantenía un amorío con Gustavo José.
El funcionario, quien estuvo bajo investigaciones durante 45 días, salió airoso de las acusaciones que le imputó la Fiscal 9 provisoria, Minerva Tahis Balsa Rosario. “Fui víctima de señalamientos infundados por parte de esta funcionaria, quien me imputó el delito de obstrucción a la justicia, pero sin ningún fundamento jurídico, pero su parentesco con la esposa de uno de los occisos fue suficiente para intentar enlodar mi carrera”, dijo el detective con ocho años de servicios en el Cicpc y experiencia laboral en otras instituciones policiales.
“Nunca me opuse a las acciones de Policúa de mi arresto, ordenada por la Fiscal Novena, y menos tengo nada que ver en el doble homicidio de estos hombres, ya que ni los conocía a ellos, ni a sus familiares”, aseveró el declarante, quien además señaló que su esposa es una mujer honorable.
Asimismo, el funcionario, aclaró que para la hora y fecha del suceso en el centro comercial, se encontraba como jefe de grupo en el despacho del Cicpc de Ocumare. “Esta lo pudimos demostrar en el tribunal a través del acta de responsabilidad en la que además están otros diez funcionarios, quienes ofrecieron sus testimonios en el juzgado”, detalló Méndez Márquez. También, refirió que el Ministerio Público lo señalaba de haber amedrentado a los familiares de los occisos cuando se realizaba el sepelio de éstos en el cementerio de Tácata. “Esta acusación la pudimos desmontar, ya que para el momento de los entierro estaba en el club El Dorado en Paracotos”, expresó Méndez Márquez, al revelar además que el único testigo presencial de los hechos no lo reconoció como partícipe de este hecho.
Por último, Méndez Márquez espera que el caso sea resuelto, “ya que para las familias de las víctimas yo soy el culpable, cuando la realidad es otra y estas personas merecen saber quiénes y por qué hicieron esto”.
MIP – TUY / JCR