Estados Unidos condenó el jueves al gobierno de Nicolás Maduro por exigir a los gobernadores recientemente electos subordinarse a la oficialista Asamblea Constituyente en Venezuela, desconocida por la oposición y por Washington, al igual que por varios gobiernos de América y Europa.
«Estados Unidos condena la última acción antidemocrática del gobierno venezolano: exigir que los gobernadores recién elegidos se sometan a la ilegítima Asamblea Constituyente para asumir el cargo. El uso de esta institución ilegítima y paralela para tomar el control de autoridades constitucionales del país es alarmante», indicó el Departamento de Estado en un comunicado.
El gobierno de Donald Trump calificó esta «maniobra» de «otro ejemplo del autoritarismo del régimen Maduro y el desprecio por la voluntad del pueblo venezolano», según indicó el texto firmado por la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
Washington, que ya condenó «la ausencia de elecciones libres y justas» del domingo pasado en Venezuela, pidió una auditoría «completa» de los comicios «por entidades creíbles, reconocidas internacionalmente», así como el «establecimiento de un Consejo Nacional Electoral independiente».
El oficialismo ganó 18 de 23 gobernaciones en unas elecciones que, según la oposición, estuvieron plagadas de irregularidades.
Maduro reiteró este jueves que los candidatos ganadores deben subordinarse ante la Constituyente, integrada solo por chavistas.
«Quien no se juramente y se subordine a la Asamblea Nacional Constituyente no podrá tomar su cargo, llámese como se llame. Es una decisión de la Asamblea Nacional Constituyente plenipotenciaria. O respetan o respetan», advirtió.
Los 18 gobernadores chavistas se juramentaron el miércoles ante la Constituyente, en tanto que la oposición descartó hacerlo por desconocer su legitimidad.
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