Raquel Aaron Rosales de Irazábal, de 60 años, murió tras permanecer dos meses recluida en el hospital Pérez Carreño a consecuencia del disparo que recibió en la cabeza cuando viajaba en una camioneta de pasajeros con destino al litoral del estado Vargas.
Rosales trabajaba como obrera en el Ministerio de Educación y vivía en el sector Las Tunitas, de Catia La Mar. Tomó el transporte público en el sector Gato Negro, de la avenida Sucre, y cuando la unidad bajaba hacia el litoral, a unos 300 metros del comando de la Guardia Nacional Bolivariana, fue alcanzada por un disparo.
Se presume que la bala provino de uno de los barrios adyacentes a la autopista Caracas-La Guaira.
Desde el 1º de octubre, la señora permaneció en el hospital. Fue operada, llevada a terapia intensiva, y falleció el 4 de diciembre a las 9:30 de la noche.