El alto funcionario, que fue mano derecha del exmandatario, fue sentenciado el miércoles a seis años de prisión por haber recibido 13,5 millones de dólares en sobornos de la constructora brasileña Odebrecht
CIUDAD DE PANAMA. En Ecuador se está rompiendo la democracia y no hay Estado de derecho, manifestó este jueves en Panamá el expresidente ecuatoriano Rafael Correa, un día después de la condena de seis años de prisión impuesta al vicepresidente Jorge Glas.
«En Ecuador se está rompiendo la democracia, no hay Estado de derecho. Una muestra es lo del vicepresidente Jorge Glas, condenado seis años sin ninguna prueba», dijo Correa (2007-2017) a periodistas en la capital panameña.
Glas fue sentenciado el miércoles a seis años de prisión por haber recibido 13,5 millones de dólares en sobornos de la brasileña Odebrecht.
Sin embargo, Correa vincula la sentencia a presuntos planes del actual presidente de Ecuador, Lenín Moreno, para neutralizar a Glas.
Tanto Moreno como Glas fueron vicepresidentes de Correa, pero el exmandatario acusa al actual gobernante de traicionarlo y de aliarse con la oposición.
«Es un impostor profesional Moreno. Nunca estuvo con nosotros. Nos ha odiado desde hace mucho tiempo», afirmó Correa.
Según el expresidente, Moreno quiere cambiar la Constitución para concentrar el poder y buscar causas judiciales contra él de cara a evitar una posible candidatura presidencial futura.
«Cuando puedan poner fiscal y contralor por supuesto que van a venir detrás de nosotros para impedirme regresar a mi patria», sostuvo Correa, quien se encuentra en Panamá, donde este jueves se celebra la cumbre del Sistema de Integración Centroamericana (SICA).
«Hay una coalición nunca vista, todos para anular a Correa porque saben que en las urnas no nos van ganar nunca», aseveró. Anunció que este jueves partiría a Bruselas, donde reside tras dejar el poder. AFP
“Estrategia contra la izaquierda”
Correa afirmó que la condena a Glas forma parte de una estrategia para llevar a juicio a expresidentes de izquierda, como los brasileños Lula Da Silva y Dilma Rousseff y la argentina Cristina Fernández de Kirchner.
«Esto es una estrategia regional, la judicialización de la política que estamos viendo en América Latina contra los dirigentes progresistas», dijo Correa, quien mantuvo en Panamá varias reuniones en Panamá, entre ellas una con el secretario general del SICA, Vinicio Cerezo.
«Están retrocediendo América Latina 20 años», añadió.
Sin embargo, no quiso ser explícito sobre quién estaría detrás de esa supuesta conspiración y se limitó a decir que «obviamente son todas las fuerzas derrotadas estos 10 últimos años».
AFP